Internacionales

La corrección política de la OMS contra la medicina falsa roza la esclavitud

caruri 2087.png
caruri 2087.png
Archivo de noticias -- España ha aprobado más de 1.100 medicamentos homeopáticos sin estudios que demuestren su eficacia. La primera Cumbre Mundial sobre Medicina Tradicional ha desatado numerosas.

Archivo de noticias — España ha aprobado más de 1.100 medicamentos homeopáticos sin estudios que demuestren su eficacia.

La primera Cumbre Mundial sobre Medicina Tradicional ha desatado numerosas críticas en las redes sociales. El evento, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Gobierno indio, tuvo lugar los días 17 y 18 de agosto en la ciudad de Gandhinagar, en el oeste del país, donde la OMS ha afirmado que las medicinas tradicionales como la homeopatía, la osteopatía, la acupuntura y las terapias naturales son los primeros Justificando la organización de la cumbre afirmando que son un medio para alcanzar un fin, la OMS trabaja para fortalecer las pruebas científicas de la medicina tradicional y reforzar su seguridad y eficacia”. De hecho, esta organización sanitaria se defiende de las acusaciones de promover diversas pseudoterapias afirmando que busca que la medicina tradicional se base en la ciencia y aboga por construir una evidencia científica sólida en torno a ella para regular y normalizar su práctica e integrarla en el sistema sanitario Se defiende de las acusaciones de promover diversas pseudoterapias.

Sin embargo, muchos de nosotros consideramos este acto y su promoción general como publicidad positiva acrítica de la medicina alternativa, señalando su supuesto valor mientras se pasan por alto los numerosos hechos y pruebas en contra de estas terapias.

Tal enfoque de la OMS hacia las medicinas tradicionales no es nuevo. Ya en 2019, la OMS incorporó la medicina tradicional china y algunos de sus diagnósticos a la última Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11). Además, en 2022, la OMS creó en Jamnagar el Centro Mundial de Medicina Tradicional, financiado por la India con 250 millones de dólares.

La medicina tradicional es posiblemente la primera, y a menudo única, fuente de atención sanitaria para muchas personas. Muchas personas de los países en desarrollo no tienen acceso a una atención médica contrastada porque no pueden permitírsela o no pueden acudir a los centros sanitarios. Cuando sólo se dispone de medicina tradicional, el pronóstico de muchas enfermedades es mucho peor. En los países desarrollados, es poco probable que se acepte el pseudotratamiento como primera (y mucho menos como única) opción para la población. Aceptar este hecho en los países pobres rebajaría los niveles de calidad de la atención sanitaria.

Por otro lado, mientras la OMS promueve una cumbre para analizar la evidencia científica de las medicinas tradicionales, hay una ausencia llamativa de este tipo de análisis en las redes sociales de la OMS y en las publicaciones de su página web. Ignorar el fondo de la cuestión, alabar la “rápida modernización de los métodos de investigación en medicina tradicional”, citar la inteligencia artificial como ejemplo y señalar las buenas prácticas en la protección de la biodiversidad y los conocimientos tradicionales en el uso de estas terapias es, cuando menos, pintoresco. Además, muchas medicinas alternativas, evaluadas en múltiples ensayos clínicos rigurosos, son tan eficaces como las pastillas de azúcar (placebo). El ejemplo más claro es la homeopatía, pero hay muchas otras pseudoterapias, como el reiki, las hierbas supuestamente medicinales y la quiropráctica. Estas medicinas alternativas no son realmente alternativas a nada.

Como dice el famoso cómico Tim Minchin en un vídeo Medicina. Sí, lo es. La medicina alternativa que ha demostrado su eficacia ha dejado de considerarse alternativa y se ha incorporado (a menudo con modificaciones) a la práctica médica. Es el caso del ajenjo utilizado en la fitoterapia tradicional. Varios estudios clínicos y de laboratorio han demostrado que su principal principio activo (la artemisinina) es eficaz en el tratamiento de la malaria. Hoy en día, la artemisinina se utiliza ampliamente como tratamiento de esta enfermedad infecciosa, y su perfil de seguridad y eficacia es mucho más favorable que el uso de la propia hierba artemisia.

La propia OMS explicó en Twitter que la medicina tradicional debe ser aceptada sobre bases científicas, evitando daños a los pacientes y garantizando la seguridad, eficacia y calidad de la atención sanitaria para todos. Precisamente porque el estamento médico habla de pseudoterapia sin ninguna crítica, pone en peligro a las personas a las que transmite su mensaje, que pueden percibir la pseudoterapia como un tratamiento eficaz. Está claro que la OMS busca la corrección política cuando habla de la forma de entender y tratar las enfermedades de otras culturas, pero omitir abiertamente la crítica científica y al mismo tiempo buscar pruebas para ello es como aclararse la garganta mientras se sopla, y no se puede hacer al mismo tiempo”.

TRA Digital

GRATIS
VER