MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) – Un planeta del tamaño de Neptuno y más denso que el acero podría deber su composición a los resultados de una colisión planetaria gigante, según los astrónomos que lo han descubierto.
Un planeta del tamaño de Neptuno y más denso que el acero podría deber su composición a los resultados de una colisión planetaria gigante, según los astrónomos que lo han descubierto.
La masa de TOI-1853b es casi el doble que la de otros planetas conocidos de tamaño similar y su densidad es increíblemente alta.
En un estudio publicado en Nature, científicos dirigidos por Luca Naponiello, de las universidades de Roma Tor Vergata y Bristol, sugieren que es el resultado de una colisión planetaria. Un impacto tan masivo habría eliminado parte de la atmósfera ligera y del agua, dejando tras de sí un gran número de rocas.
En un comunicado, el Dr. Phil Carter, investigador principal asociado y coautor en la Escuela de Física de la Universidad de Bristol, explicó.
Muchos de los planetas no tienen similitudes con nuestro sistema solar y a menudo tienen masas y composiciones entre las de los planetas rocosos y Neptuno/Urano (gigantes de hielo).
Nuestra contribución al estudio consistió en modelizar los impactos gigantes extremos que podrían eliminar las atmósferas ligeras y el agua/hielo de los grandes planetas originales para producir las densidades extremas medidas.
Hemos llegado a la conclusión de que, para que TOI-1853b fuera observable, es muy probable que el primer planeta fuera rico en agua y hubiera tenido que sufrir un impacto extremo a velocidades superiores a 75 km/s”.
El planeta aporta nuevas pruebas de la generalización de los impactos gigantes en la formación de planetas en toda la Galaxia. El descubrimiento ayuda a relacionar la formación de exoplanetas con las teorías de formación de planetas basadas en el sistema solar. El descubrimiento de este planeta extremo aporta nuevos conocimientos sobre la formación y evolución de los sistemas planetarios.
Jingyao Dou, estudiante de posgrado y coautor del estudio, afirma: “¡Este planeta es extraordinario! Normalmente, se esperaría que un planeta formado por tanta roca fuera un planeta gaseoso como Júpiter.
TOI-1853b tiene el tamaño de Neptuno, pero su densidad es superior a la del acero. Nuestra investigación muestra que esto podría ocurrir si el planeta experimentó colisiones interplanetarias muy energéticas durante su formación.
Estas colisiones eliminaron la atmósfera ligera y el agua, dando lugar a un planeta denso y rico en rocas”.
El equipo planea ahora observaciones de seguimiento detalladas de TOI-1853b con el fin de detectar y estudiar la composición de la atmósfera restante.
En palabras de la Dra. Zoë Reinhardt, profesora asociada y coautora del estudio: “Nunca antes habíamos investigado un impacto gigante tan extremo porque era inesperado. Nos queda mucho trabajo por hacer para mejorar los modelos de materiales en los que se basan nuestras simulaciones y ampliar el rango de modelización de los impactos gigantes extremos”.