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185 muertos en cárceles de El Salvador, más de 70 000 detenidos: Cristosal

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Ciudad de México (APRO) - La situación en Centroamérica se ha tornado más compleja en los últimos años, siendo la militarización, las restricciones a los derechos humanos y la declaración de e.

Ciudad de México (APRO) – La situación en Centroamérica se ha tornado más compleja en los últimos años, siendo la militarización, las restricciones a los derechos humanos y la declaración de estados de excepción en países como El Salvador, Honduras y Nicaragua muy comunes.

Noah Brock, director ejecutivo de Cristosal, una organización sin ánimo de lucro que asiste a las víctimas en procesos judiciales, afirmó que los gobiernos centroamericanos se han mostrado muy dispuestos a aplicar medidas restrictivas y militarizar la seguridad para resolver problemas sociales.

‘Por ejemplo, lo que está haciendo Guatemala para detener la caravana migrante es la declaración de un estado de sitio en la región fronteriza con Honduras’.

Agregó que el estado de excepción amenaza el modelo democrático que está surgiendo en la región y es insuficiente para enfrentar los problemas de inseguridad en Centroamérica.

El supuesto subyacente que justifica el estado de excepción es que los gobiernos democráticos son inadecuados para hacer frente a cuestiones críticas como la seguridad pública y, por lo tanto, deben ser limitados y operar fuera del marco legal», señaló.

En el caso de El Salvador, un año y seis meses después de que el presidente Naïve Boukere instaurara el llamado «estado de excepción», 185 personas han muerto en prisión y algo más de 70.000 han sido detenidas sin orden de captura ni investigación previa, según el informe «Un año bajo el estado de excepción: medidas permanentes de represión y violaciones de derechos humanos» publicado por Cristosar.

Según el informe, los homicidios en El Salvador han disminuido significativamente, pasando de 18 por cada 100.000 habitantes en 2021 a 7,8 en 2022. Sin embargo, no hay documentación que demuestre que existe una estrategia de seguridad efectiva por parte de la administración Bucherer, y el director de Litigio Estratégico de Cristosal, David Morales, no logra explicarlo.

¿Cómo podemos explicar esta reducción en el número de asesinatos? No se explica por una política de seguridad exitosa. El régimen de Buchere habla de un plan territorial, pero el documento está retenido y sólo se conoce una versión de nueve páginas, que habla de características generales y describe todas las políticas de seguridad, pero no se puede verificar’, señaló David Morales.

Regímenes excepcionales, productos de comunicación ‘exitosos’.

El 27 de marzo de 2022, tras un fin de semana de derramamiento de sangre como hacía tiempo que no se veía en El Salvador, en el que murieron 87 personas, el gobierno del presidente Naib Buquere declaró el estado de excepción durante 30 días.

Sin embargo, el estado de excepción se convirtió en permanente tras 16 prórrogas.

El abogado David Morales afirmó que el régimen de excepción en El Salvador se basa en el control total del gobierno sobre los medios de comunicación, el poder legislativo y el poder judicial, creando así una narrativa de que es un éxito.

En 2021, el partido de Buchere, Nuevas Ideas, obtuvo una aplastante victoria en las elecciones legislativas, logrando el 70% del parlamento y alcanzando la mayoría absoluta y cualificada.

Una de las primeras medidas adoptadas por este nuevo parlamento fue la destitución de los magistrados del Consejo Constitucional del Tribunal Supremo y del fiscal general Raúl Melara, que habían estado llevando a cabo investigaciones contra el régimen de Bukéré. En su lugar, se nombró a jueces de bajo nivel cercanos al Bucerismo y a Nuevas Ideas como nuevos miembros de la Corte Suprema.

Además, el gobierno logró tomar el control del Instituto de Acceso a la Información (IAIP), nombró comisionados cercanos al IAIP y reformó la ley de acceso a la información de El Salvador, lo que ha complicado el acceso a la información en el país.

Los abogados de Cristosal dicen que el presidente Buchere sabe vender su imagen a costa del erario y en total opacidad.

Como Erika Guevara Rosas, directora general de Investigación, Incidencia y Política de Amnistía Internacional, que fue atacada masivamente en su red social por bots que apoyaban a Buchere cuando publicó su informe sobre El Salvador.

David Morales añadió: «Esto es característico de un gobierno que ha sido transferido a un régimen excepcional, y como tal un producto de comunicación exitoso que promociona el régimen excepcional como una herramienta muy exitosa que ha reducido drásticamente los asesinatos y desmantelado las pandillas.»

Según el informe de Cristosal, la mayoría de los detenidos por la policía y las fuerzas armadas salvadoreñas eran jóvenes de entre 18 y 30 años, económicamente desfavorecidos, empleados en oficios informales o como jornaleros, y acusados de pertenecer a la banda de las Maras o de estar implicados en actos terroristas.

Muchos de los detenidos son también miembros de la comunidad LGBTIQ+ y se ven afectados por el régimen de excepción, discriminados, sometidos constantemente a violencia y sin que funcionen mecanismos para evitarlo.

Según el testimonio de un joven de la comunidad LGBTIQ+ incluido en el informe, «me pidieron que me levantara la camisa y se dieron cuenta de que tengo un tatuaje que implica a personas LGBTIQ+».

En el informe, la organización Cristosal acusa a las mujeres trans detenidas de tener poca información sobre su paradero y sobre los abusos a los que son sometidas en prisión.

David Morales señaló que la mayoría de las detenciones son arbitrarias, sin orden de un juez, sin motivos legales ni investigación previa, y que también se han producido allanamientos ilegales de domicilios y llamadas anónimas acusándolas de formar parte de bandas.

David Morales afirmó que «personas registradas en el sistema penal y en las bases de datos de prisiones que han cumplido sus condenas y ahora están en libertad han ingresado después de ellas porque se beneficiaron de la libertad condicional o se les impusieron penas no privativas de libertad por delitos menores».

La organización también ha recabado información sobre torturas en las cárceles por parte de policías y soldados. Allí les asfixian, les aplican descargas eléctricas, les golpean y no les dan suficiente comida al día.

La privación de alimentos y agua es una forma habitual de tortura y el presidente subrayó en su discurso que sólo hay dos comidas al día», afirmó David Morales.

Las autoridades no informan de las muertes en prisión, pero las funerarias van a informar a los familiares y les hacen pagar el funeral.

No hay datos oficiales; la información la proporcionan los familiares y el Instituto de Medicina Legal (IML).

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