Aquí te explicamos por qué no necesitas mover un dedo.

caruri 3129.png
caruri 3129.png
Madrid, 30 Sep (EUROPA PRESS) -. Se sabe que el microbioma -el conjunto de microorganismos que viven dentro y fuera del cuerpo humano- interviene en la salud humana, y lo mismo ocurre con la piel. Au.

Madrid, 30 Sep (EUROPA PRESS) -.

Se sabe que el microbioma -el conjunto de microorganismos que viven dentro y fuera del cuerpo humano- interviene en la salud humana, y lo mismo ocurre con la piel. Aunque se ha hablado mucho de los microbios buenos que habitan en el cuerpo, poco se ha dicho de los microbios malos que también están presentes y del impacto que tienen en el organismo.

Un nuevo estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad George Washington (EE.UU.) ha descubierto que la composición del microbioma cutáneo difiere entre las zonas secas, húmedas y grasas de la piel. Pero lo más importante es que descubrieron que sus abuelas tenían razón cuando les enseñaron que frotarse detrás de las orejas y entre los dedos de los pies al ducharse ayudaría a mantener sana la piel de estas zonas.

Marcos Pérez Lozada, profesor asociado de bioestadística y bioinformática de la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad de GW, y su equipo estaban interesados en probar lo que denominan la “hipótesis de la abuela”.

¿Qué es la “hipótesis de la abuela”? Keith Crandall, director del Laboratorio de Biología Computacional y profesor de bioestadística y bioinformática de la Universidad de GW, recordaba que su abuela siempre decía a los niños de la familia que se frotaran detrás de las orejas, entre los dedos de los pies y en el ombligo. Crandall especuló con la posibilidad de que estos puntos calientes se lavaran con menos frecuencia que la piel de brazos y piernas y, por tanto, pudieran albergar distintos tipos de bacterias.

Ante esta posibilidad, y para comprobar si el abra de Crandall era correcta, Pérez-Lozada y Crandall decidieron poner a prueba esta teoría. Para ello, diseñaron un innovador curso de genómica y crearon un equipo de estudiantes que les ayudara a realizar sus descubrimientos.

A este equipo de 129 estudiantes de posgrado y licenciatura se le ordenó que recogiera sus propios datos tomando muestras de zonas húmedas o aceitosas específicas, como detrás de las orejas, entre los dedos de los pies y en el ombligo. También tomaron muestras de zonas secas de control, como la pantorrilla y el antebrazo. Así permanecieron durante cuatro años, de 2019 a 2023.

Los estudiantes aprendieron a extraer y secuenciar ADN de muestras de piel para comparar los microorganismos que viven en los puntos calientes con los de los lugares de control.

Los investigadores descubrieron que los antebrazos y las pantorrillas, que suelen limpiarse al bañarse, pueden tener una mayor diversidad y, por tanto, una colección más saludable de microorganismos en comparación con las muestras tomadas en los puntos calientes.

Las zonas secas de la piel (antebrazos y pantorrillas) eran más uniformes, abundantes y funcionalmente distintas que las zonas ricas en sebo (detrás de las orejas) o las zonas húmedas (ombligo y entre los dedos de los pies). Dentro de las zonas cutáneas, la diversidad de bacterias alfa y beta también varió significativamente en algunos de los años comparados, lo que sugiere que la estabilidad de las bacterias cutáneas puede depender de la zona y del sujeto.

En cuanto a las bacterias encontradas, las zonas secas de la piel (antebrazos y pantorrillas) eran más uniformes, abundantes y funcionalmente distintas que las zonas ricas en sebo (detrás de las orejas) o las zonas húmedas (ombligo y entre los dedos de los pies). Dentro de las zonas cutáneas, la diversidad bacteriana alfa y beta también varió significativamente en algunos de los años comparados, lo que sugiere que la estabilidad de las bacterias cutáneas puede depender de la zona y del sujeto. Los bacteriomas nos protegen de los patógenos invasores entrenando y comunicándose con nuestro sistema inmunitario e intervienen en la cicatrización de heridas y la degradación de productos naturales. El bacterioma dérmico contiene millones de bacterias, comparables en composición y diversidad a la flora intestinal. Normalmente, la composición de la comunidad bacteriana de la piel en individuos sanos está dominada por miembros de los filos Actinomycetes, Firmicutes, Proteobacteria y Bacteroidetes.

El género Ctibacterium (antes conocido como Propionibacterium) predomina en las zonas secretoras de sebo, mientras que los géneros Corynebacterium, B Proteobacterium y Staphylococcus predominan en las zonas húmedas. Del mismo modo, estos dos estudios también muestran que las zonas secretoras de sebo son menos uniformes y más abundantes que las zonas húmedas y secas.

En general, se observó que el componente fúngico puede ser especialmente importante en sitios como entre los dedos de los pies y detrás de las orejas para el componente de levadura.

Los microorganismos nocivos asustan.

Cuando determinados microorganismos problemáticos dominan el microbioma, se altera el equilibrio de la salud. Si el microbioma tiende hacia los microorganismos nocivos, pueden aparecer enfermedades cutáneas como el eccema y el acné. Los estudiantes pusieron a prueba la hipótesis de su abuela, que sugería que los hábitos de limpieza pueden cambiar el microbioma que vive en la piel, lo que a su vez modifica el estado de salud.

Este estudio se basa en investigaciones anteriores del mismo equipo de investigación y es uno de los primeros en analizar la diversidad de lugares en el microbioma de la piel de sujetos adultos sanos, por lo que podría servir de referencia para futuras investigaciones.

El estudio, publicado en la revista Frontiers in Microbiology, se encuentra actualmente en sus primeras fases, ya que analiza cómo la acumulación de microbios en la piel puede provocar problemas de salud o, por el contrario, mejorarla.

Sobre el Autor

TRA Noticias

TRA Noticias

TRA Digital

GRATIS
VER