Madrid, 7 Sep (EUROPA PRESS) -.
La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha incrementado el 7 de septiembre la formación de profesionales sanitarios en las especialidades de psiquiatría, psiquiatría infantil y adolescente (MIR), psicología clínica (PIR) y enfermería de salud mental (EIR) en casi un 10% para el curso 2023/2024, con el fin de facilitar el relevo generacional en estos ámbitos, Un total de 157 plazas, expresando así el firme compromiso del Gobierno de la Comunidad de Madrid con la prevención en salud mental.
Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, celebrado el 10 de septiembre, el consejero de Sanidad visitó el Instituto Psiquiátrico del Hospital Gregorio Marañón para conocer el apoyo que se presta a los pacientes para la prevención de las autolesiones y el trabajo diario que se realiza tanto en la consulta como en la atención domiciliaria.
El responsable del Servicio Madrileño de Salud destacó que «el compromiso del Estado madrileño en esta materia es claro, las actividades concretas a las que se están dedicando los profesionales y, por supuesto, los recursos que están poniendo en el Estado son muy significativos.»
En total, estas áreas sumarán 157 especialidades, lo que facilitará el relevo generacional en estas categorías, garantizando así la cobertura de las vacantes que se produzcan por jubilación. Además, permitirá seguir ampliando la plantilla de la red sanitaria pública de la región una vez finalizado el periodo de formación.
Así, sugiere que estas medidas se extiendan a todos los hospitales de la Comunidad de Madrid. En el caso de los centros de salud, explicó que, en su caso, trabajarán en asociación y en colaboración no sólo con los hospitales, sino también con los centros escolares, sobre todo en niños y jóvenes preocupados.
‘Si algo es eficaz y útil para los madrileños, se exportará, para que todos reciban la misma atención y se mantenga la equidad’, dijo Matute, quien también abogó por la colaboración con otros municipios y el traslado de ‘planes eficaces’ a otros puntos de España.
Como parte del compromiso del Gobierno del Estado con la salud mental, Matute recordó que se ha ampliado la plantilla con 370 nuevos profesionales». En este sentido, subrayó que «se trata de una línea estratégica clara para esta legislatura».
En concreto, el Plan Provincial de Salud Mental y Adicciones de Madrid cuenta con un presupuesto de más de 43 millones de euros y contará con un total de 370 profesionales.
El Hospital Gregorio Marañón se incorporará a uno de los 21 equipos específicos creados en el marco del plan, que incluirá la contratación de 41 nuevos trabajadores, entre médicos especialistas (psiquiatras) y enfermeras de salud mental. Apoyarán los programas existentes y facilitarán actividades conjuntas interdepartamentales en los distintos hospitales públicos de la región.
La Comunidad de Madrid tiene la tasa de suicidios más baja de España, con 5,9 por cada 100.000 habitantes, frente a una media nacional de 8,6, pero el responsable de la Consejería de Sanidad madrileña reafirmó que el objetivo es seguir reduciendo esta tasa, aumentando los recursos y asegurando que se llega a todos los centros de la región. En este marco, con el fin de ofrecer una atención de mayor calidad tanto a los pacientes como a las familias en duelo (incluidas las familias y los familiares de las familias en duelo), la Comunidad también ofrece cursos de formación continua para profesionales sanitarios de diferentes categorías y niveles, como atención primaria, AME 112 y hospitales.
Así, a partir de 2022 se organizarán 53 cursos de formación continuada hasta finales de 2023, en los que participarán más de 4.000 profesionales.
La consejera, que ha destacado que «no sólo hay enfermedades físicas, sino también mentales, que muchas veces son peores, pero éstas no se pueden medir», ha abogado también por la normalización de estos problemas frente al estigma y por un mensaje positivo y de esperanza.
Un programa especial del Hospital Gregorio Marañón atiende a pacientes con riesgo de ideas y conductas suicidas, que se encuentran principalmente en atención primaria, hospitalización y consultas, servicios de urgencias y urgencias del centro.
El centro cuenta con psiquiatras, psicólogos, enfermeras y trabajadores sociales. El proceso comienza con una primera cita con un psiquiatra y una enfermera, seguida de una evaluación inicial en el plazo de una semana.
A partir de esta última, se determina un plan integral de tratamiento individual, en función del nivel de riesgo del usuario. El objetivo es garantizar que los usuarios tengan acceso a una amplia gama de cuidados médicos y a un seguimiento intensivo y planificado, especialmente en las primeras semanas.
Para ello, se ofrecerá una combinación de atención presencial, telefónica y domiciliaria durante un máximo de un año, adaptada a la evolución de cada caso, en función de las necesidades de cada persona.
Este cometido se complementa con otros recursos sociosanitarios de la administración regional y otras actividades de prevención en colaboración con la Consejería de Educación (su propio programa de actividades en escuelas e instituciones educativas).