Madrid, 21 Sep (EUROPA PRESS)-.
La epidemia hemorrágica (EHE) conocida como ‘cobito ganadero’ comienza a preocupar a los ganaderos madrileños, pero los expertos han tranquilizado al asegurar que la enfermedad no es contagiosa para los humanos.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el ganadero Gerardo Blasco ha explicado que la enfermedad es “costosa” y causa “graves problemas”, ya que el ganado no engorda, no crece y no concibe “a tiempo”. “Todas las reses tienen la enfermedad, unas con pocos problemas y otras con muchos.
La EHE es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por el insecto Culicoides, parecido a un mosquito, que se encuentra en la Península Ibérica. Según los agricultores, el control es difícil porque “los mosquitos están por todas partes”. Si fumigas un campo un día, o si hay ganado en el campo, lo fumigas, pero al día siguiente hay mosquitos”.
El virus infecta a rumiantes como ciervos y ganado y dura unas dos semanas. Los síntomas en los animales infectados incluyen pérdida de peso, fiebre, cojera, debilidad y lesiones de la mucosa oral y nasal.
Alberto Díaz, veterinario clínico de rumiantes, aseguró que la enfermedad no es contagiosa ya que “la transmiten los mosquitos vectores” y que “no es contagiosa” para el ser humano por picadura de mosquito, ingesta de carne o leche o contacto con la piel.
Díaz afirmó que las medidas para combatir la enfermedad son “complejas”, pero se refirió a la vacunación, a pesar de que hay pocas existencias de la vacuna. Veremos cómo evoluciona la enfermedad en España”, dijo, explicando que “el primer año será endémica y causará problemas”, pero que con el tiempo “se creará una especie de equilibrio, una inmunidad fuerte”.
A finales de agosto, el Ministerio de Medio Ambiente, Agricultura e Interior detectó dos muertes de ganado vacuno infectado con EHE y anunció dos nuevos focos en bovinos y uno en animales salvajes en las delegaciones regionales de agricultura de El Escorial y Torrelaguna.
A pesar de la baja mortalidad, la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Alimentación afirmó que se está “intensificando” la vigilancia en las explotaciones de vacuno para poder identificar lo antes posible cualquier caso sospechoso asociado a este virus.
Además, se han realizado exámenes clínicos y se han tomado muestras serológicas e hisopos en las naves ganaderas inscritas en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA) de los municipios próximos a las ganaderías afectadas.
En caso de sospecha, es imprescindible que el responsable de la explotación se ponga en contacto con el veterinario o grupo responsable para realizar el diagnóstico y, en su caso, el tratamiento y la notificación.
La notificación cuando se detectan síntomas compatibles con la enfermedad es obligatoria e imprescindible para la vigilancia, evaluación y control de la enfermedad. Además, se realizan pruebas diagnósticas con cargo al presupuesto de la Comunidad de Madrid.