Madrid, 29 Sep (EUROPA PRESS) -.
El jurado, presidido por Mabel Rosa, catedrática de Farmacología de la Universidad de Santiago y responsable del Grupo de Investigación Biopharma, e integrado por 23 expertos en nefrología, investigación, mundo académico y empresarial, ha fallado la edición 2023 del Premio Íñigo Álvarez de Toledo.
Estas ayudas tienen como objetivo promover la investigación en nefrología en España y son los máximos galardones que se conceden en España a la investigación relacionada con la patología renal.
En la categoría de investigación básica, el premio ha recaído en ‘Regulación de los lípidos renales por la ferrostatina-1 en el fracaso renal agudo’, un estudio realizado por la Universidad del País Vasco en colaboración con el Centro Nacional de Investigaciones sobre Enfermedades Cardiovasculares y la Fundación Jiménez Díaz de Investigación Sanitaria.
Según explicó Juan Viña, miembro del jurado, el trabajo es un estudio que descubrió diversos cambios en los lípidos que pueden estar asociados a la enfermedad renal aguda, cuya identificación podría ayudar en el diseño de fármacos y otras terapias para tratar la enfermedad.
El premio de investigación clínica ha recaído en “El cloruro sérico como marcador de mortalidad cardiovascular y por cualquier causa en pacientes en hemodiálisis crónica”. El investigador principal fue Ernesto Francisco Valga Amado, Hospital Universitario Doctor Negrín, Gran Canaria.
Según ha explicado Francisco Ortega, miembro del jurado, este estudio demuestra por primera vez que un bajo nivel de cloruro en sangre es un marcador negativo de riesgo cardiovascular en pacientes en hemodiálisis.
En este sector, el comité evaluador también ha revisado el estudio del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña, con Constantino Fernández Rivera como investigador principal, titulado ‘Reducción de hla en receptores de trasplante renal’. Baja incidencia de rechazo agudo mediado por anticuerpos tras sensibilización’ ha sido galardonado con el accésit. El jurado ha querido reconocer sus años de investigación en el desarrollo de un protocolo de desensibilización de pacientes candidatos a trasplante renal de donante vivo, que ha permitido reducir significativamente la tasa de rechazo.
En el área de enfermería renal, el premio ha recaído en “Comparación de la seguridad del paciente en hemodiálisis: el impacto del sector público y privado”.
Según Rosa Alonso, miembro del jurado, este análisis valida la importancia de promover diferentes medidas para mejorar la seguridad del paciente, como la notificación de efectos adversos. Rosa Alonso también hizo hincapié en la necesidad de implicar a la dirección y pidió que el servicio facilite recursos para trabajar en un plan de seguridad garantizada.
Como explicó Ana Jiménez Maroto, miembro del jurado, este trabajo es una investigación que incide en la necesidad de centrarse en otros aspectos de las personas, como las percepciones de los pacientes.