(BBC Mundo).-Taiwán presentó su primer submarino de fabricación nacional como parte de su programa de fortalecimiento defensivo contra un posible ataque de China.
La presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen estuvo a cargo de la ceremonia de presentación de la nave en la ciudad portuaria de Kaohsiung.
Funcionarios de Estados Unidos han advertido que China podría estar preparando un operativo militar para invadir la isla en los próximos años.
Taiwán es un territorio autónomo que China considera como una provincia rebelde y quiere recuperarlo algún día.
Muchos observadores creen que China no atacará a la isla de forma inminente y Pekín ha declarado que busca una “reunificación” pacífica con Taiwán.
Pero, al mismo tiempo, ha advertido en contra de una declaración formal de independencia de Taiwán y de cualquier asistencia exterior.
China ha aumentado su presión sobre la isla con ejercicios militares en el estrecho de Taiwán -también conocido como el estrecho de Formosa- incluyendo varios realizados este mes.
“La historia recordará este día para siempre”, declaró la presidenta Tsai, parada frente al imponente submarino cubierto con el emblema de la bandera taiwanesa.
Añadió que la idea de un submarino de fabricación nacional antes había sido considerada “una tarea imposible… pero lo logramos”.
Durante mucho tiempo, la construcción de sus propios submarinos ha sido una prioridad para los líderes de Taiwán, pero el programa se aceleró bajo el mandato de Tsai, que ha aumentado el gasto militar a casi el doble durante su gobierno.
El submarino, que costó US$1.540 millones y está impulsado por diésel y electricidad, será sometido a varias pruebas y entregado a la marina a finales de 2024.
Cuando los periodistas le preguntaron el jueves sobre el submarino, un portavoz del Ministerio de Defensa chino dijo que era una «tontería estúpida» tratar de detener las acciones militares de Pekín en el Pacífico.
«Ninguna cantidad de armas que el Partido Progresista Democrático [gobernante en Taiwán] compre o fabrique puede detener la reunificación con la patria», añadió.
Lo que se sabe del nuevo submarino de Taiwán
- Haikun es el nombre de un mítico pez gigante en la literatura china
- Su costo fue de US$1.540 millones
- El 40% de sus componentes son de fabricación nacional
- Cuenta con tecnología de EE.UU. y Reino Unido; posible asistencia técnica de India, Corea del Sur, España, Australia y Canadá
- El sistema de combate a bordo del submarino es de la empresa militar Lockheed Martin Corp.
- Estará armado con torpedos pesados MK-48 de fabricación estadounidense
- Es impulsado por motores diésel y electricidad
- Hará sus primeras pruebas a finales de 2024
Arma disuasiva y agresiva
Actualmente hay otro submarino taiwanés en producción.
Taiwán pretende llegar a operar una flota de 10 submarinos -incluidos dos antiguos de fabricación holandesa- y equiparlos con misiles.
El jefe del programa interno de submarinos, el almirante Huang Shu-kuang, dijo a los periodistas la semana pasada que el objetivo era defenderse de cualquier intento de China de rodear Taiwán para una invasión o para imponer un bloqueo naval.
La isla también ganaría tiempo en caso de una invasión hasta que llegaran las fuerzas estadounidenses y japonesas para ayudar en la defensa, añadió.
En cualquier caso, la flota de 10 submarinos de Taiwán palidecería en comparación con la de China, que se cree que actualmente cuenta con más de 60 embarcaciones, incluidos submarinos de ataque de propulsión nuclear.
Pero la isla ha seguido durante mucho tiempo una estrategia de guerra asimétrica en la que pretende construir una fuerza de defensa más ágil para enfrentar a un enemigo más grande y con buenos recursos.
Los submarinos podrían «ayudar a la relativamente pequeña armada de Taiwán a tomar iniciativas contra la poderosa armada de China» llevando a cabo «una guerra de guerrillas con su sigilo, letalidad y capacidades de sorpresa», señaló William Chung, investigador militar del Instituto de Investigación de Defensa y Seguridad Nacional de Taiwán.
En particular, señaló el experto, podrían ayudar a proteger los diversos estrechos y canales que unen la llamada «primera cadena de islas», una red de islas que incluye Taiwán, Filipinas y Japón, y que se considera un posible frente de batalla para cualquier conflicto con China.