Sevilla, 24 Sep (EUROPA PRESS) -.
La Junta de Andalucía ha realizado radiografías a los funcionarios de la Administración pública en general a la hora de desarrollar este ‘plan de igualdad’ para el sector de la función pública, con vigencia de 2023 a 2027.
Según los datos a 31 de diciembre de 2021, en este sector había 40.720 trabajadores, de los que el 63,5% eran mujeres, y de estas cifras se concluyó que la administración pública está “feminizada”.
A esta característica se añadía la de una “administración envejecida”, en la que “el 71,30% del personal tiene más de 50 años”. Para dejar más claro este hecho diferencial, la cifra se reduce en 7,3 puntos porcentuales hasta el “64% en la Administración General del Estado”.
En este sentido, el documento explica además que se trata del segmento ‘más feminizado’, ya que ‘la mitad de la plantilla se encuentra en la franja de edad de 51 a 60 años’, de los que el 64% son mujeres, una cifra que también significa que la Junta de Andalucía es una ‘administración más envejecida’, ya que el 43,54% de sus empleados en esta franja de edad son mujeres, y Se vuelve a contraponer al Gobierno de la Nación para subrayar que se trata de una ‘administración más envejecida’.
El documento, que está en fase pública desde el 14 de septiembre y permanecerá abierto hasta el 4 de octubre, señala en su prefacio que el “objetivo principal” de este primer plan de igualdad es “su puesta en marcha para corregir las situaciones de desigualdad y los problemas que puedan existir entre el personal funcionario y su personal eventual de la Dirección General de la Junta de Andalucía establecer ‘las medidas y actuaciones a realizar’.
De un total de 40.720 empleados, 25.860 son mujeres y 14.860 son hombres, y 19.789 son funcionarios (11.194 mujeres y 8.595 hombres), lo que supone una proporción femenina del 56,57%, lo que indica que “este colectivo está ligeramente feminizado”.
Esta proporción de mujeres es mucho mayor en el personal laboral, donde el 70% de los 20.931 empleados son mujeres, un colectivo que, según el Gobierno andaluz, está “mayoritariamente feminizado”.
En cuanto al personal de administración general en la última década, el Gobierno andaluz señala que su plantilla “ha disminuido un 15,9% en la última década”, pasando de 48.420 en 2010 a 40.720 en 2021, y añade que “la feminización sigue en aumento” y que el número de mujeres en la plantilla se ha señala el informe.
Según el anexo de personal del presupuesto de este año, el MIC cuenta con 46.242 funcionarios, una cifra inferior a los 48.420 de 2021, pero que representa un aumento del 13,5%.
Estos 46.242 administrativos generales representan el 16,5% del total de 280.200 funcionarios de la Junta de Andalucía, de los que 108.122 son docentes, 96.280 sanitarios, 8.117 judiciales y 21.439 trabajadores no adheridos al VI Convenio Colectivo.
Los gastos de personal de la Junta de Andalucía en el ejercicio 2023 ascienden a 14.795 millones de euros y se reparten entre la Junta de Andalucía y las agencias y consorcios.
El trabajo explica que “la brecha salarial de género en la Comunidad Autónoma de Andalucía no se deriva de las condiciones retributivas del puesto de trabajo, sino del menor nivel retributivo de las mujeres”, y añade que, además, las mujeres son “más proclives” a adoptar medidas de conciliación con descuentos salariales en algunos casos.
La Agencia de la Junta afirma que la brecha salarial global con los funcionarios varones entre los empleados de las administraciones públicas es del 12,7%. El salario medio diario de los hombres es de 81,48 euros, frente a un salario medio diario de 71,12 euros de las mujeres. En el caso de los funcionarios, los hombres cobran 88,16 EUR/día y las mujeres 80,48 EUR/día, con una desventaja femenina del 9,74%. En el caso de los empleados laborales, la desventaja femenina es del 5,03%, con un salario medio de 63,43 euros/día para los hombres frente a 60,24 euros/día para las mujeres.
“En general, con independencia del colectivo, la brecha salarial es menor entre quienes ocupan puestos de mayor responsabilidad en la organización directiva”, señala el informe médico de la Junta.
La Junta explica que el cálculo de la brecha salarial se ha basado en los salarios de diciembre de 2021.
2021. el cociente se expresa en porcentaje, calculado restando el salario medio de las mujeres al salario medio de los hombres y dividiéndolo por los ingresos medios de los hombres.
A partir de este retrato, el documento identifica los problemas, necesidades y retos detectados: de los 16 problemas, en primer lugar, “los puestos de dirección están sesgados a favor de los hombres” y, en segundo lugar, “las mujeres tienen más dificultades para ascender”, planteando el concepto de “techos de cristal y segregación vertical”. Lo describe como “la distribución desigual de hombres y mujeres en la escala jerárquica, con el trabajo de las mujeres concentrado en los niveles inferiores”.
En tercer lugar, el informe afirma que “a mayor nivel, más problemas de conciliación” y que “a menor nivel, más feminización”, ejemplo de lo cual es que “los puestos de nivel 18 están más feminizados”, mencionando entre ellos a las secretarias.
En quinto lugar, el informe cita como problema la percepción de las funcionarias de que la conciliación es un obstáculo para la carrera de las mujeres, mientras que en sexto lugar afirma que la conciliación es difícil, se promueve poco y no abarca todos los casos.
Como séptima cuestión, cita que “un 10% menos de mujeres que de hombres se han planteado ascender o acceder a puestos de mayor responsabilidad” y especifica que esta proporción “disminuye con la edad”.
En la cuestión 8, el documento habla de “sobrecualificación de las personas de bajo nivel, especialmente de las mujeres, sobre todo las del grupo C1” y añade que “la temporalidad está feminizando el empleo”, indicando que “esta cuestión está incluida en el Plan Estratégico de Recursos Humanos”.
El texto del I Plan de Igualdad señala como décimo hándicap que “las medidas de ajuste aumentan en general la brecha salarial”, añadiendo a esto que “no existen medidas de ajuste para el cuidado de personas mayores”.
Otro problema es la “segregación horizontal”, que es el hecho de que “los roles de género en la sociedad se reproducen en la administración pública”, y señala que las funcionarias se concentran, por tanto, en departamentos con competencias en educación, sanidad y cuidados.
En 13º lugar, afirma que “las mujeres tienen menos formación técnica digital (STEM) que los hombres” y además que “las facultades superiores, especialmente en TIC (tecnologías de la información y la comunicación), así como en los sectores productivos (agricultura, empleo) están masculinizadas”.
Por último, señala que “los comités de salud y seguridad están muy masculinizados” y que “las personas que integran el sector de género no están formadas profesionalmente, no se dedican en exclusiva a esta labor y no están incluidas en la descripción del puesto (RPT)”.
