Salud

Un estudio de la Universidad de Olavide (Sevilla) propone medidas para paliar este problema.

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Sevilla, 21 Sep (EUROPA PRESS) -. Pastora Reina Aguilar, Rosa María Díaz Jiménez y Francisco Caravaca Sánchez, investigadores de la Facultad de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universid.

Sevilla, 21 Sep (EUROPA PRESS) -.

Pastora Reina Aguilar, Rosa María Díaz Jiménez y Francisco Caravaca Sánchez, investigadores de la Facultad de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), han realizado un estudio en el ámbito del trabajo social sobre medidas para reducir el riesgo de suicidio entre los universitarios españoles. Han publicado un estudio en la revista Journal of Social Work proponiendo.

En concreto, analizaron este factor entre estudiantes de diferentes titulaciones de universidades públicas y privadas de España y concluyeron que el riesgo de suicidio afecta a un tercio de los universitarios. En España, ésta es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años.

“Riesgo de suicidio entre universitarios en España: implicaciones para el trabajo social”, parte de la tesis doctoral de Pastora Reina Aguilar, es el segundo trabajo sobre el suicidio entre universitarios en España, avanza en el abordaje de este fenómeno desde la perspectiva del trabajo social. Como explican los autores, “este estudio puede facilitar un diálogo reflexivo entre profesionales y responsables del ámbito universitario para avanzar en políticas de mejora de los servicios de apoyo a los estudiantes y posibilitar el diseño y puesta en marcha de nuevas acciones contra el aún desconocido y estigmatizado fenómeno del suicidio”.

Los resultados son similares a los de otras encuestas internacionales a estudiantes universitarios, pero ‘la encuesta de la UPO se distingue por el tamaño de su población, que incluyó a 2.025 estudiantes de 16 universidades y 17 titulaciones de España. La edad media de toda la población estudiada era de 23,8 años, mayoritariamente mujeres (74,8%) y en cuarto curso de universidad (25,2%).

Se identificaron como principales factores de riesgo problemas de salud mental como la depresión y la exposición a violencia sexual. Frente a ellos, se identificaron como mecanismos para protegerse del suicidio tener una mayor autoestima, estar satisfecho con la propia vida y contar con el apoyo de la familia y seres queridos cercanos. En concreto, los participantes que declararon tener “pensamientos suicidas” eran más jóvenes (23,3 años), tenían menos probabilidades de trabajar (17%) y más probabilidades de haber sufrido violencia sexual (21,1%). También tenían niveles más altos de depresión (21,1%) y niveles más bajos de apoyo social percibido (57,9%) y satisfacción vital (12,5%).

Los investigadores consideran el suicidio como un “fenómeno complejo y multifactorial” que requiere un enfoque social. Por ello, el estudio propone métodos de intervención del trabajo social en las universidades, que van desde el diseño y aplicación de programas de adaptación para los estudiantes y la promoción del apoyo natural, hasta la participación en servicios de intervención en crisis, que han tenido un buen efecto preventivo en otras universidades.

Históricamente, el fenómeno del suicidio se ha estudiado desde una perspectiva médico-psiquiátrica y, más recientemente, psicológica. Sin embargo, se ha explicado que el suicidio es un fenómeno multifactorial y que, por lo tanto, también debe investigarse desde una dimensión social. En este sentido, se señala que la prevención (individual, grupal y comunitaria) debe incorporar una cultura del cuidado, provisión de información y entrenamiento en habilidades y estrategias de afrontamiento para reducir el estigma de la suicidalidad en la comunidad. La postvención, por su parte, significa esencialmente acompañamiento durante el duelo, en este caso ante la pérdida de un compañero. Concluye que, en distintas regiones, la ideación suicida, la planificación del suicidio y los intentos de suicidio entre los universitarios constituyen un “riesgo real”. El estudio incluye cifras de Estados Unidos, donde entre el 6% y el 25% de la población universitaria está en riesgo; África, donde una cuarta parte de la población estudiantil está en riesgo; Asia, donde uno de cada diez estudiantes está en riesgo; y países latinoamericanos como México, donde la horquilla oscila entre el 1% y el 8%. Los datos europeos advierten, por ejemplo, de que las ideas suicidas, los planes de suicidio y los intentos de suicidio representan alrededor del 40% de los estudiantes universitarios en el Reino Unido, el 7% en Noruega y el 11,5% en Austria.

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