ROMA (AsiaNews) – “El Papa Francisco pidió enfocar y concentrar su misión en la “aculturación de la fe” en la realidad del país, y promover el camino de la “evangelización” en el contexto de la “cultura” local, y se le dijo que “trabajara por la universalidad de la Iglesia, no por la uniformidad”. Esta es la carta: entre los 21 nuevos cardenales nombrados por el Papa en la Plaza de San Pedro el 30 de septiembre se encontraba Sebastián Francisco, obispo de Penang (Malasia). Estos elementos son el punto de partida de mi misión”, prosiguió.
Francisco, rector de la diócesis de Penang desde 2011, nació el 11 de noviembre de 1955. Francisco nació el 11 de noviembre de 1951 en la entonces Federación de Malasia, hijo de padres inmigrantes de Kerala (India). Nacido el 11 de noviembre de 1951 en la entonces Federación de Malasia, hijo de padres inmigrantes de Kerala (India), es el segundo cardenal en la historia de Asia tras el cardenal Anthony Soter Fernandes, arzobispo de Kuala Lumpur, que también fue obispo de Penang de 1977 a 1983. El cardenal falleció en 2020 a la edad de 88 años. A la elevación al cardenalato del actual obispo de Penang asistieron familiares de Malasia, varios sacerdotes, monjas y fieles de la diócesis y la archidiócesis de la capital, en total más de 100 personas.
En cuanto a la evangelización, el cardenal declaró: “La realidad es aún joven, tanto en Malasia como en el conjunto del continente asiático. La media de edad es baja, algunos países son de reciente formación, la población es en general joven y también lo es “la propia Iglesia”. El entusiasmo de los jóvenes es siempre un elemento de esperanza y confianza. Los jóvenes muestran el camino y nos dan la fuerza para seguirlo”. En este sentido, añadió, “ser nombrado cardenal es un gran factor de entusiasmo, y para los nuevos sacerdotes es un ejemplo y una inspiración para continuar el camino”.
Tomando prestadas las palabras de San Juan Pablo II, que citó el continente asiático como el “desafío común” de la Iglesia en el tercer milenio, el cardenal Francisco hizo extensivo este discurso a Asia. Francisco habla también de una “realidad importante” de cara al futuro, pero “no para dominar, sino para servir”. Estamos llamados a predicar el Evangelio, a proclamar la Palabra de Dios” y, desde una perspectiva misionera, ésta es “nuestra contribución a la Iglesia universal”.
En Malasia, como en Indonesia con su mayoría musulmana, la respuesta de los “auténticos musulmanes que aman a Dios y están generalmente abiertos al encuentro y al diálogo” fue de alegría compartida: “Muchas personas me han bendecido”. Para anunciar el Evangelio y evangelizar sin riesgo de proselitismo, el Cardenal explicó que “hay que cultivar las buenas relaciones” y se dejó guiar “por el Espíritu Santo”, “facilitando el encuentro entre las personas, construyendo la confianza y la fraternidad”.
Preguntado por su asistencia como Padre Sinodal a la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, que comienza el 4 de octubre, el cardenal Francis subrayó que “la Iglesia en el Sínodo es la Iglesia del Espíritu Santo”. El Cardenal Francis subrayó que “la Iglesia en Asia debe predicar y proclamar el Evangelio con un espíritu joven y enérgico”. Profundizando en el tema de la familia y la sociedad, agradeció a Dios “los sacrificios realizados por los pueblos de Asia para mantener joven la tierra mediante el don de los hijos”. Este espíritu de la Iglesia en Asia es una energía inclusiva, creativa y que tiende puentes”, añadió. El Cardenal concluyó diciendo: “A mi regreso [a la diócesis de Penang], pido a los fieles que fomenten y refuercen la solidaridad y la comunión con la Iglesia Universal, y la oración por mi nueva misión”.