Con tasas de encarcelamiento en algunas prisiones, como la de La Victoria, que superan el 360% y, en general, con más de 25.700 reclusos, el sistema penitenciario dominicano está colapsando lentamente.
Para el ex presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, esta medida constituye un “abuso de los jueces por popularidad” y tiene un impacto negativo en todo el sistema de justicia.
En una entrevista exclusiva con el Periódico Hoy, Subero-Isa dijo que, sobre la base de la presunción de inocencia, la prisión es el último recurso a utilizar, y sólo cuando existe un riesgo real de fuga. ‘Ahora, más que nunca, vemos que la Ley de Enjuiciamiento Criminal otorga a los jueces este derecho en exceso. La función básica es evitar la fuga, pero aquí hay que tener en cuenta que esa es la regla’, dijo.
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En concreto, denuncia la prisión preventiva, que además provoca ‘condenas anticipadas’ y daña la imagen de los acusados. ‘Estoy convencido de que hay un abuso excesivo de la privación de libertad, porque hasta que no se rompe la presunción de inocencia, esa persona es inocente’.
En opinión del ex presidente del Tribunal Supremo, si en el país se aplicara correctamente el derecho penal, las cárceles no serían tan excesivas como lo son hoy.
Pablo Ulloa, que cree que la prisión preventiva es excesiva, coincide con esta opinión. ‘Prácticamente el 60% de los presos están en prisión preventiva, por lo que debe ser revisada por todas las partes involucradas en el sistema, no sólo el poder judicial sino también la fiscalía’.
Ulloa señaló que hay una serie de características que no deberían ser objeto de esta medida para la mayoría, como los aspectos psicológicos y las llamadas enfermedades de alto coste, como el cáncer, y entendió que deberían estar en una categoría diferenciada.
Los presos sin condena representan casi el 70% de la población reclusa. Esto significa que de los 10 presos, sólo tres han sido condenados, mientras que los siete restantes están siendo juzgados, habiendo cumplido muchos de ellos sus condenas.
En 2021, la realidad será aún peor para los miles de internos hacinados en los antiguos centros penitenciarios modélicos, que suponían el 62% de los 27.506 reclusos de entonces.
Según un informe publicado este año por la Defensoría del Pueblo, para 2022, 62 de cada 100 reclusos dormirán en el suelo o en hamacas improvisadas, sufriendo una alta insensibilidad. Por esta razón, representantes de los derechos humanos, como el abogado Francis Ciprián, coinciden en que los jueces de la Oficina de Atención Permanente “violan sistemáticamente” el Código Penal dominicano y la propia Constitución, indicando que la libertad es el “principio” y las cárceles son la “excepción”.