Salud

Acompañamiento a pacientes con cáncer

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En una entrevista concedida al Listín Diario la semana pasada, la psicóloga dominicana Carmen Berges y el psiquiatra español Tirso Ventura hablaron de la importancia del acompañamiento psicológi.

En una entrevista concedida al Listín Diario la semana pasada, la psicóloga dominicana Carmen Berges y el psiquiatra español Tirso Ventura hablaron de la importancia del acompañamiento psicológico a pacientes diagnosticados de cáncer.

Ambos detallaron el Centro de Sentido Psicoterapéutico (PCS), que imparte formación a conductistas humanos en la República Dominicana, y las técnicas que han dado excelentes resultados en pacientes con cáncer.

En lugar de recurrir a psicofármacos, que suelen recetarse para tratar incluso los trastornos mentales más leves, la terapia utiliza preguntas abiertas como herramienta para ayudar a los pacientes diagnosticados de cáncer o que viven con él a resolver su ansiedad, depresión, miedo y deseo de morir.

La mayoría de los pacientes con cáncer avanzado expresan una sensación de desesperanza y un deseo de anticipar la muerte, y experimentan altos niveles de ansiedad y depresión asociados a la pérdida de sentido de sus vidas.

Tomando esto como parámetro, el objetivo principal de la PCS, iniciada por el psiquiatra estadounidense William Breitbart, considerado una figura destacada en el campo de la psicooncología, es ayudar a los pacientes con cáncer a llevar una vida con sentido y mejorar su estado psicoemocional, destrozado por las realidades adversas a las que se enfrentan.

Aunque no sabemos hasta qué punto es eficaz esta psicoterapia, no cabe duda de que el dicho «sólo el cuchillo conoce el corazón de la calabaza» se aplica con más sentido en el caso de los enfermos de cáncer.

Y es que ni siquiera sus familiares más cercanos pueden entender el dolor físico y emocional al que se enfrentan a diario para sobrevivir.

Cuando un enfermo de cáncer pierde el pelo, raparle la cabeza como gesto de empatía tiene poco valor a menos que luego sus familiares y seres queridos sigan atentamente su evolución y alimenten cada desafío con palabras de ánimo y apoyo.

La primera gran desgracia a la que se enfrenta un paciente diagnosticado de cáncer es la pérdida de su empleo y, en consecuencia, de su cobertura médica en el momento más apremiante de su vida.

Con admirables excepciones, las empresas evitan catastrofizar a los empleados que requieren frecuentes bajas médicas y se ven obligados a ausentarse justificadamente debido a su precario estado de salud, por muy bien que hayan rendido en el pasado. Esos empleados nunca podrán ser contribuyentes en igualdad de condiciones.

A las devastadoras secuelas no sólo del cáncer, sino también de la radioterapia, la quimioterapia, los efectos secundarios de los medicamentos, la investigación médica invasiva y los ataques médicos de los propios tratamientos, se suma la agonía de la falta de recursos para afrontar la difícil tarea de prolongar la vida sin rendirse.

Las prestaciones laborales se agotan rápidamente por los altos costes del tratamiento y las pensiones intrascendentes se retrasan por la burocracia, y muchos enfermos de cáncer pierden su primera batalla mucho antes de empezar a luchar contra sus enemigos irreconciliables.

La situación es aún más dramática para quienes reciben un diagnóstico inesperado en el umbral de la vejez, cuando creían estar disfrutando de una merecida jubilación tras haber pasado tranquilamente los últimos años de su vida, compartiendo con sus hijos y nietos y haciendo valiosos esfuerzos por construir empresas y familias sanas.

Para algunos, verse abandonados y agobiados por sus parejas y familiares, además del deterioro físico, puede llevarles a tener pensamientos e ideas suicidas al sentirse cada vez más atrapados sin ningún lugar al que escapar. En entrevista, el psiquiatra Ventura advirtió que el cáncer es una enfermedad que sacude a las personas, por lo que el apoyo psicológico es fundamental, y que es importante involucrarlas en actividades que den sentido a sus vidas y despierten su creatividad, como dibujar y escribir, escuchar música, recordar momentos importantes, pasear y tener reuniones familiares. Advirtió que es importante comprometerles en actividades que den sentido a sus vidas y despierten su creatividad, como pasear y celebrar reuniones familiares.

El Sr. Berges propuso la creación de una especialización en psicooncología en el país, ya que sólo hay cinco médicos en este campo, todos formados en el extranjero, en un momento en el que existe una necesidad creciente de este acompañamiento especializado para los enfermos de cáncer.

Como ya saben, el presupuesto del sector sanitario es reducido y, dentro de sus insuficientes recursos, la salud mental recibe una asignación insignificante. A pesar de que desempeña un papel fundamental en muchos aspectos de la vida cotidiana, el sector sigue siendo una cenicienta.

Recibir un diagnóstico de cáncer y todo lo que conlleva hacer frente a la enfermedad supone una sensación de amenaza, ansiedad y desesperanza para los pacientes y sus familias.

Estos pacientes necesitan un apoyo psicológico eficaz y merecen disfrutar de una experiencia vital satisfactoria en un proceso costoso, doloroso y a veces desalentador.

Sí, el cuchillo atraviesa el corazón de una calabaza y ya nos iremos enterando, pero es posible llegar a los enfermos de cáncer mostrándoles empatía a diario e inculcándoles la resiliencia que les impulsa a vivir una vida con sentido.

Un acompañamiento que aligere esta pesada y cáustica carga.

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