¿Qué son las Zonas Azules y por qué tienen una esperanza de vida mayor que el resto del planeta?
En un nuevo episodio del podcast Alimentación Sostenible, Laura González, responsable de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé España, responde a estas y otras preguntas sobre cómo afecta la dieta a la esperanza y esperanza de vida.
Hay lugares únicos en el planeta donde la esperanza de vida es mucho mayor que en otras partes del mundo, independientemente de los ingresos o de la atención médica especial.
Según ella, esto se debe a una dieta sana basada en alimentos frescos y de calidad y a un estilo de vida activo pero tranquilo.
Las regiones de longevidad se llaman Zonas Azules porque cuando los científicos belgas Michel Poulin y Gianni Pess completaron sus investigaciones sobre la longevidad en distintas regiones del planeta, las marcaron en un mapa con un rotulador azul para distinguirlas de otras regiones.
La alimentación es muy diferente en cada una de las regiones de longevidad, ya que se basa en alimentos típicos específicos de esa región. En otras palabras, comer alimentos frescos conduce a un mejor envejecimiento, explica la nutricionista.
La genética es importante para la longevidad, pero la base es la combinación de una dieta sana y un estilo de vida saludable, añade la experta.
Lo que tienen en común estas regiones es que su alimentación se basa en una dieta vegetal.
Su bebida principal es el agua y realizan actividad física a diario.
Esto incluye caminar, pasear, ir de compras, subir escaleras y cuidar de sus huertos.
Destaca la preocupación de estos ciudadanos por valores como la cooperación, el apoyo entre grupos de individuos, la espiritualidad y el respeto a la familia, que son el objetivo de sus vidas.
Dar prioridad a los amigos y a la familia es fundamental para dar prioridad también a la salud mental, afirma Laura González.
Todo ello en un ambiente relajado y orientado a la felicidad. Este estilo de vida pausado, junto con la importancia de la alimentación, ha llevado a los científicos a identificar la región como la de mayor esperanza de vida del planeta.
Suelen tener sus propios huertos y criar animales. Son regiones y provincias muy autosuficientes y saben aprovechar al máximo sus recursos naturales, añaden los expertos.
Según Laura González, en Okinawa comen pescado unas tres veces por semana.
Nos centramos en el pulpo y el calamar, así como en fuentes de proteína animal como el cerdo y los huevos”, explica la experta de Nestlé.
También comen soja y patatas moradas, ricas en antioxidantes y vitaminas. Otros alimentos son la calabaza amarga, la cúrcuma, el rábano y el té verde de jazmín.
No sólo son exigentes con la elección de los alimentos, sino también con la cantidad y el tipo de comida que consumen. Siempre dan prioridad a comer pequeñas cantidades de alimentos vegetales, lo que les ayuda a incorporar elementos más diversos, prosigue González.
En Ikaria, la dieta mediterránea es la reina de la mesa de sus longevos habitantes.
Incluye aceitunas, aceite de oliva, queso feta, especias y hierbas como el romero y la menta, frutos secos, pescado azul y miel. El diente de león y la acedera, verduras parecidas a la típica zanahoria norteafricana, no son fáciles de conseguir en España, ya que ni se comercializan ni se cultivan.
La rúcula es muy popular y el caldo de estas verduras suele asarse, explica la nutricionista.
Los cereales ocupan un lugar destacado en la cocina sarda, así como los productos lácteos de oveja, como el queso pecorino.