Washington, 6 nov (EFE) – El derecho al aborto de las mujeres en EEUU afrontará mañana, martes 7 de noviembre, una nueva batalla con varias elecciones y referendos estatales que podrían traer nuevas restricciones (y en algunos casos protecciones). se enfrentarán a otra cita clave que servirá para calibrar la temperatura de los votantes de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.
En estados como Virginia, Ohio, Pensilvania y Kentucky se celebran elecciones en las que el aborto es una cuestión directa, así como elecciones al Senado y al Congreso que podrían dar lugar a normas más restrictivas si ganan los republicanos y proteger los derechos de las mujeres a nivel estatal si ganan los demócratas, entre otras. A continuación, algunas de las más importantes.
Desde junio de 2022, cuando el Tribunal Supremo anuló la histórica sentencia Roe contra Wade, que había protegido el derecho de la mujer al aborto a nivel federal, casi la mitad de los estados del país han aplicado normas que limitan o prohíben totalmente el aborto.
Según el Instituto Guttmacher, 21 estados han prohibido el aborto después de las 18 semanas de gestación, y algunos estados restringen el aborto antes. Esta situación ha obligado a miles de mujeres a desplazarse a otros estados para abortar, afectando especialmente a las mujeres con bajos ingresos, inmigrantes y afroamericanas.
Esta situación no refleja la opinión mayoritaria de los estadounidenses, según los resultados de varias elecciones tras las decisiones del Tribunal Supremo en estados como Montana y California, así como encuestas como la de Gallup publicada en mayo.
El 51% cree que debería ser legal en algunas circunstancias y el 34% en todas.
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Los sondeos de opinión muestran que la mayoría de la población está a favor del aborto seguro e ilegal (omitido), pero los políticos desafían a los votantes e insisten en quitarles la autonomía corporal, el derecho al aborto, explica a EFE Alejandra Soto, portavoz del Fondo de Acción para la Planificación Familiar.
Este martes, en una de las elecciones clave de Ohio, los votantes decidirán si quieren un derecho constitucional al aborto.
En el referéndum, los votantes decidirán si aprueban la llamada Cuestión 1, que pretende enmendar la constitución del estado para consagrar el derecho al aborto.
Según el texto de la papeleta, este proyecto de ley establecería en la Constitución estatal el derecho individual a la propia atención de la salud reproductiva.
Protegería a cualquier persona u organización que ayude a una paciente a obtener tratamiento médico reproductivo e impediría al Estado perseguir, penalizar o prohibir directa o indirectamente el aborto.
Virginia, donde está en juego el control de las dos cámaras de la legislatura estatal, es otro estado a vigilar. En la actualidad, los republicanos tienen una estrecha mayoría en la Cámara de Representantes y los demócratas en el Senado.
Si los republicanos se hacen con el control de la Cámara, tendrán el control total de la legislatura, allanando el camino para la implantación de la prohibición del aborto después de las 15 semanas, como ya ha advertido el gobernador Glenn Youngkin.
En opinión de Soto, el caso de Virginia, colindante con el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital, Washington DC, es otro paradigma. Leer también: Multitudinaria marcha con orgullo LGBT+ en Argentina contra el recorte de derechos
Virginia es el único estado del Sur que no tiene actualmente una prohibición, explica, y si esto cambia, será un ataque a los derechos no sólo de los virginianos, sino de todos los que visitan el estado para abortar.
El resultado en Kentucky también es digno de mención. Kentucky es uno de los estados más restrictivos, gracias a una dura batalla del fiscal general republicano radical Daniel Cameron, que actualmente se presenta como candidato a gobernador.
El aborto está casi completamente prohibido por la ley de 2019, la Ley de Protección de la Vida Humana, que prohíbe el aborto en todas las circunstancias excepto cuando un médico determina que la vida de la madre está en peligro.
El gobernador demócrata Andy Beshear busca un segundo mandato en este estado de mayoría republicana y ha hecho del aborto uno de sus principales mensajes a lo largo de su campaña, por lo que el resultado será clave para saber si poner el aborto en primer plano será un factor ganador de votos para los demócratas.
Aunque no directamente, el aborto también es un problema en Pensilvania. Este martes se elige un escaño en el Tribunal Supremo del estado. El candidato demócrata Daniel McCaffery se ha comprometido a proteger los derechos reproductivos de las mujeres, mientras que la candidata republicana Carolyn Carluccio ha prometido proteger toda vida ante la ley.
Aunque es improbable que las elecciones cambien la mayoría del Tribunal, veremos los colores que prevalecen en uno de los estados indecisos clave, o Purple States, que determinará el resultado de las elecciones presidenciales.
Paula Escalada Medrano.
Por: efe.