Buenos días, queridos lectores. Es un placer volver a veros después de unas largas vacaciones y con el ánimo renovado, dispuestos a seguir ofreciéndoos la familiaridad que nos da la vida social. Comencemos por las actividades que cada año nos llenan de gran ilusión y satisfacción. Porque es algo maravilloso celebrar el trabajo, el emprendimiento, la vocación de servicio y la entrega inquebrantable a nuestras comunidades y a los más necesitados. La semana pasada, el Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua se llenó de esa magia especial que caracteriza la octava entrega consecutiva de los premios Mujeres que Cambian el Mundo del Banco BHD.
Cada una de estas mujeres tenía una motivación especial para poner en marcha sus proyectos. Escuchar sus testimonios y oír cómo sus acciones han afectado la vida de miles de ciudadanos, entre niños, mujeres, adultos y ancianos, fue una especie de sanación que nos invitó a emular su ejemplo y alimentar nuestro espíritu. Todos y cada uno de ellos relatan cómo, ante cada desafío, no dejaron que les desanimara sino que, por el contrario, lo utilizaron como inspiración para sacar adelante el proyecto.
El impacto de cada episodio retroalimentó mi psique. Sin embargo, fue la historia de la psicóloga clínica Angie Carolina Estévez, que quedó en tercer lugar, la que más me conmocionó. Es la fundadora y directora de CAME (Centro de Atención a la Mujer Embarazada), una organización que proporciona apoyo psicológico, médico, espiritual y académico a mujeres con embarazos en crisis que carecen de las habilidades y los recursos necesarios para afrontar el riesgo de dar a luz. La historia de su vida se basa en su propia experiencia de aborto y su conmoción ante la dificultad de volver a quedarse embarazada. También es la fundadora de la única sala de duelo perinatal del país, en la Maternidad de Los Mina, donde imparte formación gratuita a médicos en formación y becarios sobre cómo tratar y comunicar a las embarazadas la noticia de la muerte de su bebé.
El primer premio del mismo galardón fue para Altagracia Filpo, una mujer que se dedicó en cuerpo y alma a la agricultura e impulsó la creación de una organización especializada en labores agrícolas, medioambientales, ecológicas y de protección social en el estado de Azua. En segundo lugar está Milka Santana, una mujer ejemplar de Yamasa, Monte Plata. Fundó Perfect Laboratorios, una escuela que enseña a los niños robótica, inteligencia artificial, inglés y programación. Allí, los estudiantes desarrollan habilidades en campos STEM al tiempo que adquieren herramientas para usar la tecnología en la resolución de conflictos. Su labor ha beneficiado a 225 niños y adolescentes vulnerables de la región.
Uno de los premios que recibió más aplausos fue para las hermanas que promovieron la educación y la inclusión de niñas en riesgo social en la Fundación La Merced, una organización que trabaja para erradicar el trabajo infantil en la comunidad de Las Caovas y Bienvenido Batí, en Santo Domingo Este, María del Pilar López.
Otro premio a la labor altruista fue entregado a Doña Angélica de Ginebra, finalista de la Fundación Dra. Angélica de Ginebra por su labor altruista y eficiente en apoyo a los más vulnerables, que fue muy bien recibida por el público. Taveras presta asistencia a pacientes de bajos ingresos atendidos en el Centro de Salud Cedimat, incluidos los programas de cardiología pediátrica, embolización cerebral y ginecología. Doña Angélica es también presidenta de la Asociación Dominicana de Voluntarios en Salud Hospitalaria (Adovohs), que gestiona suministros esenciales para hospitales, residencias y asilos, beneficiando a más de 35.000 pacientes.
También fue finalista Yessy Almonte, fundadora y directora de la Fundación Demetrio Almonte, que ha apoyado, asesorado y formalizado 50 organizaciones de base en Santo Domingo, Santiago Rodríguez, Dajabón y Montecristi. Por su parte, María Felisa Gutiérrez Barbero fundó y dirige el movimiento Mujeres Unidas Poa Una Causa, cuyo objetivo es prevenir el cáncer en la mujer, brindar tratamiento médico oportuno, dar seguimiento a los casos detectados y gestionar medicamentos, y es líder en las comunidades más vulnerables de Constanza. Ha impactado a más de 3,500 mujeres. Santa Julia Carmona Santos es también la primera mujer agricultora que dirige la Asociación de Caficultores de La Esperanza.
Dos grandes mujeres también fueron finalistas. La primera fundó y dirige el Centro Médico Asistencial de la Fundación Monseñor Gómez en Los Frailes, Santo Domingo Este, que ofrece servicios médicos, atención primaria, medicamentos gratuitos y pruebas a bajo coste, que afectan a unas 6.000 personas. El segundo es un activista social, que ha ayudado al departamento de San José de Ocoa a construir casas, acueductos y a mejorar la vida de personas de escasos recursos.
La emotiva ceremonia, a la que asistió la Vicepresidenta de la República, Raquel Peña, estuvo presidida por Luis Molina Acecar, Steven Puig y Josefina Navarro, altos ejecutivos del banco.