Puestos clandestinos de comida, parqueos improvisados, materiales de construcción y hasta tanques de agua instalados clandestinamente son algunos de los obstáculos que deben enfrentar los transeúntes en la zona de La Fe, en el Distrito Nacional, debido a la ocupación de veredas ante la mirada indiferente de las autoridades.
Los residentes de esta populosa zona de la capital continúan quejándose de la situación.
Según expertos, la situación constituye una violación al derecho de circulación de los transeúntes, a quienes no se les garantiza la seguridad y mucho menos el espacio necesario para su libre desplazamiento.
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Francis Jorge, Secretario General de Asuntos Municipales del Partido de la Liberación Dominicana, entiende que es deber de las autoridades implementar políticas públicas efectivas que garanticen este derecho de los ciudadanos.
El ayuntamiento es el responsable de regular y gestionar los espacios públicos, tal y como establece la ley municipal, por lo que debe responsabilizarse de estas ocupaciones y legalizarlas, dijo.
Los responsables municipales abogan por una gestión integral de la capital que mejore la experiencia de los viandantes y haga cumplir la ley. En zonas como el Ensanche la Fe, la situación es aún más crítica y hostil para los discapacitados que tienen que utilizar muletas o sillas de ruedas para desplazarse.
Para Pedro Richardson, Secretario General de la Federación Dominicana de Autoridades Locales (FEDODIM), es imperativo encontrar una salida a esta situación. Y es que esta tendencia apunta hacia la creación de espacios y ciudades inclusivos.
Las aceras sin rampas no permiten el desplazamiento de personas con problemas de movilidad o visuales, así como de ancianos y mujeres embarazadas.
Sin embargo, es común ver estos espacios ocupados y utilizados como talleres de mantenimiento en calles como San Martín, Francisco Villáespesa, Rafael J. Castillo, Américo Lugo y Alexander Fleming.