Los miembros de la coalición armada conocida como GPEP están librando una batalla sin cuartel contra el G9, dirigido por el expolicía Jimmy Cherisier “Barbacoa”, y los enfrentamientos están afectando al puerto de Valou, que representa el 70% de la capacidad de almacenamiento de combustible de Haití. La terminal se ha visto afectada.
Según los expertos de la ONU, la mayoría de las armas que llegan a Haití proceden de la RD y de Estados Unidos.
El 30% restante está repartido por todo Haití. Se volvieron a formar colas frente a las gasolineras y el deseo de los conductores de repostar hizo que los contenedores de tamaño y color estándar, conocidos como “galones amarillos”, volvieran a la ciudad.
En julio de 2023, a pesar de las repetidas protestas del gobierno contra los intentos de ajustar los precios de los productos petrolíferos en el mercado local, el galón de gasolina pasó de 250 dólares (1,88 $) a 570 gs (4,29 $), el de gasóleo de 353 dólares (2,65 $) a 670 gs (5,04 $) y la parafina subió de 352 (2,64 $) a 685 gs (5,15 $).
Las bandas de la empobrecida comuna de Cité Soleil declararon una tregua hace unos meses, que no se respetó.
Cientos de civiles y miembros de bandas han muerto o resultado heridos en una guerra territorial entre el CPEP y el G9 en torno a la terminal de Valou, que suministra petróleo a toda la capital haitiana.
Mientras tanto, el país vuelve a sufrir escasez de combustible. El Gobierno haitiano ha anunciado que la terminal de Varreux reanudará sus operaciones tras dos días de interrupción, pero la reanudación de los servicios no tendrá ningún impacto en la crisis del combustible, que aún está en sus primeras fases.
Las autoridades anunciaron el viernes por la tarde que un total de 132 camiones cisterna habían sido cargados tras la intervención de la Policía Nacional y la Guardia Costera, que combatieron las acciones de las bandas desplegadas en los alrededores de Varrux.
A primera hora del día, la terminal de Varou informó de que se habían cargado 547.750 galones de gasóleo, parafina, frente a los 3.300 galones del día anterior, y 509.850 galones de gasolina en la instalación de almacenamiento de Wineco.
A lo largo de la historia reciente del país, las manifestaciones convocadas para protestar por la escasez de combustible han acabado con varios gobiernos y han infligido intensos daños a la maltrecha economía de Haití, el país más pobre de América.
Desde al menos 2018, bajo el régimen del presidente Jovenel Moise, asesinado en julio de 2021, Haití ha sufrido repetidos cortes de combustible, que siempre han tenido un impacto devastador en la vida civil y en las organizaciones.
Durante cada crisis de combustible, Haití ha sufrido fuertes subidas de los precios de los derivados del petróleo, lo que ha agravado la escasez de alimentos, ha duplicado y triplicado las tarifas del transporte público y ha supuesto el cierre de instalaciones, incluidos hospitales.
Además, el comercio informal de combustible ha aumentado en las calles y en los barrios de las principales ciudades de Haití, provocando a veces incendios mortales.