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Niños que han perdido sus uniformes y útiles escolares y no pueden regresar a la escuela

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En un sondeo realizado por Listín Diario, 67 familias afectadas afirmaron que no han recibido ninguna intervención del Estado. Las redes sociales y los medios de comunicación han sido testigos de.

En un sondeo realizado por Listín Diario, 67 familias afectadas afirmaron que no han recibido ninguna intervención del Estado.

Las redes sociales y los medios de comunicación han sido testigos de cómo cientos de familias de muchas comunidades sufren la desesperación de perderlo todo tras las lluvias registradas en el país durante el fin de semana del 18 de noviembre. Entre ellos hay niños que no pueden volver a la escuela porque sus uniformes han sido arrastrados o simplemente han quedado inservibles debido al fuerte caudal de agua.

Todo el material escolar arrastrado por las inundaciones

Los útiles escolares (cuadernos, lápices, mochilas, libros) tampoco corrieron con buena suerte, y hasta el sábado pasado, todo lo que se considera básico para que un niño en edad escolar pueda asistir adecuadamente a la escuela se había perdido en El Tamarindo, en Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte. No estaban en manos de los habitantes de barrios como Brisa del Este de Sabana Perdida.

El Instituto Nacional de Bienestar Escolar (Inabie) compartió un documento en el que señala las acciones de apoyo a los niños afectados, mientras que una visita de inspección realizada por el periódico Listín Diario demostró que 67 familias afectadas no han recibido ningún otro tipo de intervención estatal, no sólo en lo que respecta al envío de sus hijos a la escuela Afirmaron que no.

En El Tamarindo.

Unos 50 niños en edad escolar, residentes en una casa a orillas del río Ozama, en la zona de Tamarindo Adentro, Santo Domingo Este, no pueden asistir a la escuela desde hace una semana porque sus viviendas permanecen en un estado deplorable y han sido remitidos a las escuelas afectadas.

Más de un miembro de la comunidad, que se ha documentado sobre la población afectada en un intento de movilizar la atención del gobierno, dijo que su única esperanza es llegar a fin de mes y poder reembolsar a los niños sus necesidades para que no sigan sin poder asistir a la escuela. Dicen que es la única manera de conseguirlo.

Esta semana, los niños no han ido a la escuela. Hoy estamos intentando hacer limpieza y ver qué funciona y qué no. El lunes vamos a dejar que hagan lo que podamos”, dijeron Ana Mercedes Peña y Esteban Ostinbarden, padres de niñas de primero y cuarto grado.

En toda la región, donde la creciente del río ha cubierto las casas hasta el techo, los padres dieron la misma respuesta.

En los alrededores del río Yuca, en Sabana Perdida

En el barrio Brisa del Este de Sabana Perdida (provincia de Santo Domingo Norte), las personas que viven cerca del río Yuca, o a una distancia tan prudente que, dado el tiempo en que el agua no sube, podrían construir incluso al otro lado de una carretera transitada, tienen la misma viven situaciones similares.

Imagínense, no pueden enviar a sus hijos a la escuela porque no pueden usar sus uniformes”. Además, aquí ha llegado ayuda, pero siguen en el segundo piso, donde ni siquiera hay supervivientes, dijo Yahindi Solano (madre de tres hijos).

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