Harrisburg, PA, EE.UU. (AP) — Una pequeña empresa de suministro de agua en el oeste de Pensilvania, EE.UU., es sólo una de varias organizaciones atacadas por piratas informáticos iraníes, El objetivo era un dispositivo de control industrial específico porque estaba fabricado en Israel, según informaron las autoridades estadounidenses e israelíes.
El FBI, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos, la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras, conocida como CISA, y la Dirección Cibernética Nacional de Israel indicaron en un comunicado enviado por correo electrónico a The Associated Press el viernes por la noche que las víctimas se repartían por varios estados de Estados Unidos.
No se reveló el número de organizaciones pirateadas ni otros detalles.
Matthew Motes, presidente de la Autoridad Municipal de Aguas de Aliquippa, que supo de la existencia de los piratas informáticos el 25 de noviembre, declaró que las autoridades federales le informaron el jueves de que el mismo grupo también había pirateado otras cuatro instalaciones públicas y un acuario.
Los expertos en ciberseguridad afirman que no hay pruebas de la implicación iraní en el atentado del 7 de octubre de Hamás contra Israel que desencadenó el conflicto de Gaza, pero los hackers iraníes patrocinados por el Estado y los activistas informáticos propalestinos están que era de esperar que intensificaran sus ciberataques contra Israel y sus aliados. Y eso es exactamente lo que ocurrió.
Lo que no hizo la CISA al confirmar el hackeo del miércoles en Pensilvania -que industrias distintas de las instalaciones de agua y tratamiento de aguas utilizan el mismo equipo (la serie Vision de controladores lógicos programables de Unitronics) y son potencialmente vulnerables- una recomendación de varias agencias explicaba.
Según las recomendaciones, estas industrias incluyen la energía, la producción de alimentos y bebidas y la atención sanitaria. Estos dispositivos controlan procesos como la presión, la temperatura y el flujo de fluidos.
El pirateo en Aliquippa desconectó temporalmente las bombas de una estación remota que regula la presión del agua en dos ciudades vecinas, obligando a los trabajadores a cambiar a funcionamiento manual. Los piratas informáticos dejaron tarjetas de visita digitales en los equipos infiltrados en las que afirmaban que todos los equipos de fabricación israelí son un objetivo legítimo.