Elekt Santana, su esposa Idelcy Cruz y sus hijos Amin, Lorena, Idelcy y Yamel logran el tan ansiado éxito con sus proyectos de lechería, acuicultura y compostaje.
En Guanuma, Santo Domingo Norte, hay una familia emprendedora con tres exitosos proyectos agroindustriales.
El pilar de la familia es Electo Santana, que dirige los proyectos con su esposa, Idelsi Cruz, y sus hijos Amin, Lorena, Idelsi y Yamel.
La madre es profesora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Los proyectos que desarrollan con 120 tareas son la lechería, la acuicultura y proyectos de abonos orgánicos (fumigación foliar y abonos sólidos).
El proyecto lechero está dirigido por Amin. Es un hombre joven con dinamismo, ganas de triunfar y dedicación a su trabajo. Tiene 40 vacas lecheras y vende su leche en la comunidad.
Comenzó el proyecto en 2017 utilizando la tecnología disponible en el país en ese momento: desbrozadoras, equipos de ordeño y otros equipos para la inseminación artificial, dice Santana.
Instaló un biodigestor que utiliza estiércol de vaca para producir gas metano. El gas metano sirve de combustible para moler yerba para las vacas, hacer funcionar el equipo de ordeño y humedecer (regar) la granja.
También produce bior, una materia prima para un fertilizante orgánico llamado ecoviol (pulverización foliar), y combina compost sólido y biomasa de la granja para producir una enmienda del suelo llamada bokashi.
El proyecto aspira a obtener la certificación ecológica para los productos que elaboran, con el asesoramiento del Departamento de Agricultura Ecológica del Ministerio de Agricultura, explicó Santana. El Sr. Santana explicó que las etiquetas de los envases de los productos que elaboran ofrecen a los agricultores una breve descripción de los usos a los que se destinarán.
El bokashi es una fermentación aeróbica de diversos fertilizantes. En su preparación se utilizan efluentes de pescado (tilapia de engorde). Los alevines se compran a la empresa que se dedica a esta actividad.
El proyecto de producción piscícola trata unos 20.000 peces al año, de un peso que oscila entre los tres cuartos de libra y la libra, con dos cosechas y media al año que totalizan entre 15.000 y 20.000 libras.
El proyecto empezó en un estanque de tierra. Pero luego, gracias a una nueva política del Banco Agrícola, recibieron un préstamo de 1,5 millones de pesos a interés cero y adquirieron la tecnología de membranas y los equipos de aireación indispensables para sostener esta producción.
Cuando paguen el préstamo y busquen otro, planean aumentar la superficie de producción. Los cultivos se venden a clientes fijos semanal y quincenalmente a 120 pesos la libra.
Los tres proyectos funcionan con paneles solares, una central eléctrica de petróleo y gas metano de un biodigestor.
Según el sencillo y educado Santana, el proyecto cuenta con cinco empleados, que viven en la granja con sus familias.
A Elect le apasiona la producción del proyecto de abonos orgánicos (foliares y sólidos), que ya están etiquetados y se venden en envases de 3 galones, 1 galón y 1 litro a distintos precios.
El proyecto de cría y engorde de ganado es de Amin, al que se dedica y hace un seguimiento adecuado para que el ganado se mantenga sano y en buenas condiciones.
Mientras tanto, el proyecto de acuicultura está dirigido por una madre y sus tres hijas, que también se encargan de vender el pescado. Se informa a los clientes de las fechas de cosecha.
Al principio, cuenta Santana, empezaron sembrando hortalizas (guindilla cubanera, tomates barcelo y pepinos) en invernaderos de madera. Los productores de Guanuma se unieron entonces a otros productores de Monte Plata para firmar un acuerdo de venta de pimientos en abanico a compradores suizos, que inicialmente cumplieron, pero luego sufrieron grandes pérdidas.
Peticiones al Gobierno
Ecto Santana, funcionario del sector agropecuario por más de 35 años, llama la atención de las autoridades gubernamentales para que adopten políticas públicas que promuevan el desarrollo agropecuario.
Los que estamos en la agroindustria tenemos la experiencia de que si es difícil producir, es aún más difícil encontrar un mercado con precios rentables para la producción.
También es muy importante que los bancos agrícolas controlen el mercado de los productos agrícolas que financian y garanticen que los productores puedan vender a precios rentables, cumpliendo así sus obligaciones financieras con los bancos.
Una comercialización justa es fundamental para el desarrollo de la producción agrícola.
Las autoridades deben seguir tomando medidas que beneficien a los pequeños y medianos productores agrícolas, que constituyen la mayoría de los agricultores y producen la mayor parte de los productos agrícolas que consume la población.