Reservas internacionales de dos dígitos, uno de los principales logros del régimen 2020-2024
Esto no es nuevo; se repite a finales de cada año. Me refiero a la queja de que los bancos comerciales no están dispuestos a vender más de 2.000 dólares a menos que se les pague una prima.
La liquidez en dólares de los bancos comerciales está muy por encima de la media de años anteriores y tienen libertad para manejar los flujos de inversión extranjera directa, remesas y turismo.
Una cosa está clara: antes de que el ruido amenace con convertirse en especulación, el Banco Central interviene con sus cañones, por ejemplo, ahora mismo, sin precedente histórico, acumulando reservas internacionales de dos dígitos por USD 15.340,4 millones, más del doble que al 16 de agosto de 2020 (USD 7.018,6 millones) y a diciembre de 2019 casi el doble (8.781,4 millones de USD).
Esto se debe, en primer lugar, a que es el resultado de políticas fiscales y monetarias prudentes aplicadas durante y después de la peor crisis sanitaria conocida por la humanidad.
Se puede leer una rápida caída de los precios gracias a un aumento del empleo.
En segundo lugar, ha aumentado la confianza de los consumidores, las empresas y los inversores en el gobierno y el banco central.
Y tercero, ha contribuido a que el peso supere al dólar estadounidense en el mercado de divisas. En resumen, hemos logrado lo siguiente: la acumulación de reservas internacionales de dos dígitos; el libre acceso al dólar en los bancos comerciales; la contención y el control de la inflación; la estabilidad macroeconómica, financiera y de los precios bancarios; la rápida recuperación del crecimiento real del PIB y el restablecimiento de los empleos perdidos durante la pandemia; el restablecimiento del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores y la reducción de la pobreza.
3, Para alcanzar nuestros objetivos, pagamos un alto precio: alrededor de 2 puntos porcentuales del PIB. El endurecimiento monetario fue necesario para frenar la tendencia alcista de los precios, provocando una brutal caída de 648 puntos porcentuales y haciéndonos recorrer un largo camino desde un máximo interanual del 10,48% en mayo de 2021 hasta el 4,00% en 2023.
Y cuarto, la desinflación -es decir, la superación de la brutal inflación importada en tiempo récord- y la estabilización del tipo de cambio peso/dólar (condición necesaria para una política de libre acceso a las divisas en bancos comerciales como el nuestro) fueron los del Gobierno de Luis Abinader dos indicadores de la economía que mejor atestiguan la calidad de la política fiscal y monetaria durante los primeros tres años.
El 17 de agosto de 2020, la diferencia entre el peso y el dólar era de 58.4952 pesos; cuatro meses y 15 días después (31 de diciembre de 2020), se había reducido a 58.3284 pesos.
Entre el 17 de agosto de 2020 y el 13 de mayo de 2023, en lugar de ampliarse de nuevo, la brecha se redujo en 1,0607 pesos, lo que supone una reducción acumulada del 1,81%.