Internacionales

Sandra Day O’Connor, primera mujer juez del Tribunal Supremo de EE.UU., fallece a los 93 años

caruri 138.png
caruri 138.png
WASHINGTON - La ex juez Sandra Day O'Connor, primera mujer juez del Tribunal Supremo de EE.UU., falleció el viernes a la edad de 93 años, según informó el Tribunal Supremo de EE.UU. en un comunic.

WASHINGTON – La ex juez Sandra Day O’Connor, primera mujer juez del Tribunal Supremo de EE.UU., falleció el viernes a la edad de 93 años, según informó el Tribunal Supremo de EE.UU. en un comunicado.

La juez O’Connor falleció el viernes en Phoenix, Arizona, por complicaciones relacionadas con una demencia avanzada (probablemente Alzheimer) y una enfermedad respiratoria, indicó el Tribunal Supremo.

La juez fue nombrada por el presidente republicano Ronald Reagan y ocupó el cargo entre 1981 y 2006.

En un tribunal dividido por ideologías, su independencia le dio un voto decisivo en casos importantes y fue considerada una de las mujeres más poderosas de su tiempo.

Tras retirarse del Tribunal Supremo el 31 de enero de 2006, la juez O’Connor sigue defendiendo la independencia judicial y el Estado de Derecho en todo el mundo.

El 12 de agosto de 2009, el Presidente Barack Obama concedió a la juez O’Connor la Medalla Presidencial de la Libertad, la más alta condecoración del país, en reconocimiento a toda una vida de servicio.

Según un reportaje de PBS, la juez O’Connor rompió las barreras de género en el Tribunal Supremo.

Su misión era, entre otras cosas, abrir el camino a las mujeres en un tribunal aún dominado por los hombres.

Soy la primera, y espero no ser la última. Y quiero hacer mi trabajo de forma que motive a las mujeres a ser juezas del Tribunal Supremo en el futuro», declaró, citando una entrevista con una cadena de televisión.

En una declaración escrita, el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, dijo que la juez O’Connor ha allanado un camino histórico como la primera mujer presidenta del Tribunal Supremo de nuestro país.

Roberts añadió que el Tribunal lamenta la pérdida de O’Connor, que era una colega muy querida, una defensora del Estado de Derecho de mentalidad independiente y una elocuente defensora de la educación cívica.

TRA Digital

GRATIS
VER