Los cadáveres de tres víctimas, aún sin identificar, fueron hallados en la aldea de Laureles. Dos de ellos fueron encontrados juntos y presentaban signos de tortura; el tercer cuerpo fue hallado a un kilómetro de los otros dos.
En dos masacres ocurridas en Colombia, en los departamentos de Antioquia (noroeste) y Valle del Cauca, murieron seis personas.
El primer hecho ocurrió en el corregimiento de Palmira (Valle del Cauca), donde el alcalde del municipio, Óscar Escobar, informó en redes sociales que dos jóvenes y un menor de edad fueron asesinados esta madrugada en Carce, una de las veredas más tranquilas de Palmira.
Escobar agregó que la masacre fue cometida por disidentes de las FARC y que ha firmado un acuerdo de cese al fuego con las FARC hasta el 15 de enero.
Al mismo tiempo, rechazó este abominable acto de terrorismo y dijo lamentar la muerte de las tres víctimas.
El ataque se produjo cuando estaban de fiesta en una discoteca. Hombres armados llegaron al lugar y atacaron a las víctimas».
Mientras tanto, tres antioqueños fueron asesinados en una zona rural de la localidad de Santa Fe de (Antioquia).
Los cuerpos de las tres víctimas no identificadas fueron encontrados en el asentamiento de Laureles. Dos de ellos fueron encontrados juntos y presentaban signos de haber sido torturados.
El coronel William Melo, comandante operativo de la Policía de Antioquia, declaró a los medios locales que, además de señales de tortura, los cuerpos presentaban heridas de bala.
Las autoridades investigan qué grupos armados ilegales perpetraron la masacre en la zona, donde tiene una fuerte presencia el Clan del Golfo, la mayor organización criminal de origen paramilitar del país.