Días después de que un tribunal de apelaciones dictaminara que Trump no puede alegar inmunidad presidencial en el caso, los abogados estudian nuevas opciones legales, entre ellas llevar el caso al Tribunal Supremo.
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha pedido a un tribunal federal de apelaciones que aplace 90 días su juicio por difamación en el caso de la escritora Elizabeth Jean Carroll, que ya se enfrenta a una indemnización por agresión y abusos sexuales.
Días después de que el Tribunal de Apelaciones dictaminara que Trump no podía alegar inmunidad presidencial en el caso, la cadena de televisión estadounidense CNN informó de que sus abogados están considerando nuevas opciones legales, entre ellas llevar el caso ante el Tribunal Supremo.
Los abogados del expresidente Trump afirman que la suspensión solicitada es necesaria y apropiada para dar a Trump la oportunidad de impugnar plenamente su derecho a hacer valer su defensa de inmunidad en el procedimiento subyacente, incluyendo, si es necesario, un recurso ante el Tribunal Supremo.
La defensa se basa en el hecho de que el Tribunal Supremo aún no se ha pronunciado sobre el caso federal del fiscal especial Jack Smith, que busca un fallo sobre si Trump goza de inmunidad presidencial por su intento de anular los resultados electorales que dieron la victoria a Joe Biden en las elecciones de 2020 Esto es un hecho.
Ese juicio, al igual que este, ha sido suspendido hasta que se resuelva la apelación, y la posibilidad de que el Tribunal Supremo aborde pronto la cuestión de la inmunidad del presidente Trump respalda aún más la suspensión solicitada, añadieron.
En este sentido, consideran que se trata de una forma de perjuicio, ya que denegar este derecho alteraría la norma arraigada de que los tribunales inferiores están privados de jurisdicción de apelación en relación con la inmunidad.
La semana pasada, el tribunal dictaminó que Trump no gozaba de inmunidad presidencial en el caso, ya que el magnate no había llegado a hacer valer esa defensa cuando Carroll presentó el caso por primera vez a finales de 2019.
Un jurado federal de Manhattan ya había condenado a Trump en mayo por una agresión sexual en 1996 en el probador de los grandes almacenes de lujo Bergdorf Goodman. Sin embargo, el magnate negó las acusaciones y la acusó de inventárselas para vender libros y arruinarle políticamente.