El escenario ahora se invierte, porque es Biden quien confirma su posición en la Oficina Oval y tiene una carrera clara La carrera por la Casa Blanca comienza en Estados Unidos con un proceso de primarias en el que los dos grandes partidos deberán elegir una fórmula para lograr su objetivo de alcanzar el máximo cargo político del país. La Constitución no regula específicamente el funcionamiento de este complejo mecanismo preelectoral, pero desde principios de los años 1970 se ha adoptado un método que ha dado un peso considerable al pueblo, en detrimento de los dirigentes de los principales partidos políticos. El punto de inflexión se produjo en 1972, cuando los partidos introdujeron un sistema de primarias vinculante después de un escándalo cuatro años antes, cuando el demócrata Hubert Humphrey ganó la nominación presidencial sin oposición.
Hasta entonces, las primarias eran sólo una competencia de popularidad que los partidos no estaban obligados a seguir, como quedó claramente demostrado en 1968 con Humphrey. El sistema actual fomenta una contienda en la primera mitad del año electoral, basada en un calendario dividido entre los estados. Dependiendo del territorio, se utiliza un sistema primario, comparable al tradicional voto por urnas o caucus, en el que los ciudadanos afiliados a un determinado partido debaten y eligen a sus favoritos, en determinados casos a mano alzada y sin votación.
En todos los casos, la elección no es directa, ya sea mediante primarias o caucus, lo que decide el ciudadano es la composición de la delegación de dicho Estado en las convenciones nacionales, donde será anunciado oficialmente como representante. en las elecciones legislativas -este año tendrán lugar el 5 de noviembre-. El Partido Republicano celebrará su convención del 15 al 18 de julio en Milwaukee, Wisconsin, mientras que el Partido Demócrata se reunirá del 19 al 22 de agosto en Chicago, Illinois.
Primera parada, IOWA La tradición dicta que la carrera electoral para los republicanos comience en Iowa el 15 de enero. Seis días después, el 23 de enero, será el turno de New Hampshire, con unas primarias duales a las que están invitados a participar partidarios de los dos grandes partidos, lo que permitirá comprobar cómo es la primera tendencia. La fecha marcada en rojo a lo largo de este calendario seguirá conociéndose como ‘Supermartes’.
El 5 de marzo, más de una docena de estados, incluidos California y Texas, convocaron a votar en un día que suele ser un punto de inflexión, ya que dejar el “supermartes” sin opciones suele significar darse por vencido antes de tiempo. Por otro lado, la acumulación de victorias fortalece a los candidatos. Técnicamente, el proceso dura hasta principios de junio, aunque los resultados suelen obtenerse con semanas o incluso meses de antelación.
A finales de marzo se habrán asignado más de la mitad de los delegados y, en 2020, el senador Bernie Sanders anunció su salida de las primarias demócratas a principios de abril y allanó el camino para una victoria electoral. Republicano, no tuvo oponente para el entonces presidente Donald Trump. El escenario ahora se ha invertido porque es Biden quien hizo valer su posición en la Oficina Oval y arrasó en la carrera.
Entre los republicanos, en cambio, se han levantado las espadas, aunque sólo un puñado de candidatos tiene la ambición de derrocar al popular Trump, que aspira a repetir el enfrentamiento electoral de noviembre de 2020 a pesar de los innumerables frentes legales que ha abierto. Para presentarse a las primarias no se imponen condiciones distintas a las que marca la Constitución para convertirse en presidente de Estados Unidos: nacer en el país norteamericano y haber vivido allí al menos 14 años y tener más de 35 años. .
La ley no impone límites a acusados como Trump.