Las mujeres embarazadas son especialmente vulnerables a la malaria, por lo que se recomienda el tratamiento profiláctico (TPIg) Un ensayo clínico coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha demostrado que una combinación de dos fármacos es eficaz para proteger de la malaria a mujeres embarazadas en tratamiento anti-VIH, sin encontrar problemas de incompatibilidad entre fármacos. Los resultados del ensayo clínico MAMAH coordinado por ISGlobal, centro impulsado por la Fundación la Caixa, se han publicado en la revista ‘Lancet Infectious Diseases’. Las mujeres embarazadas son especialmente susceptibles a la infección por malaria, por lo que se debe ofrecer tratamiento profiláctico (TPIp) a base de sulfadoxina y pirimetamina (SP) a las mujeres embarazadas que viven en zonas endémicas.
El problema es que estos medicamentos son incompatibles con el cotrimoxazol (CTX), un antibiótico que se administra a personas con VIH para prevenir infecciones bacterianas. En este contexto, los investigadores evaluaron la seguridad y eficacia de otros dos medicamentos antipalúdicos, la dihidroartemisinina y la piperaquina (DHA-PPQ), para prevenir la malaria durante el embarazo en mujeres infectadas por el VIH. El equipo realizó ensayos clínicos en Gabón y Mozambique, en los que más de 600 mujeres embarazadas recibieron tratamiento con medicamentos contra el VIH.
Los resultados mostraron que el riesgo de desarrollar malaria clínica durante el embarazo se redujo casi ocho veces, así como el riesgo de infección se redujo casi a la mitad cuando se recibió DHA-PPQ. Se ha demostrado que DHA-PPQ es eficaz en mujeres que toman diversos tratamientos antirretrovirales para el VIH y no se observaron efectos secundarios graves del tratamiento. Según la coordinadora técnica del proyecto, Raquel González, el tratamiento profiláctico con DHA-PPQ ha demostrado ser eficaz incluso en entornos con bajas tasas de transmisión de malaria.
Esta investigación abre la posibilidad de proteger la salud de miles de madres y recién nacidos, especialmente en el África subsahariana, donde se estima que un millón de mujeres embarazadas sufren cada año infecciones duales de malaria y VIH.