Washington, 20 ene (Prensa Latina) En el contexto de informaciones aún preocupantes sobre la situación en la frontera sur, Estados Unidos y México han reanudó las negociaciones en la capital buscando frenar el actual flujo sin precedentes de migración ilegal. En 2023 se registraron cifras históricas de llegadas a la frontera: solo en noviembre, las autoridades de inmigración estadounidenses detuvieron a más de 242.000 personas por ingresar ilegalmente al país. Para algunos expertos, los datos de diciembre podrían dar lugar a estadísticas alarmantes cuando se hagan públicos.
Durante una reunión el día anterior, la secretaria de Estado de México, Alicia Bárcena, pidió al secretario de Estado, Antony Blinken, ayudar a su país a evitar la llegada de migrantes a la frontera que ambos comparten, pero, según reiteraron, es necesario atacar las causas y estructuras. . aspectos de la migración.
‘Creo que aquí estamos bien situados para abordar las causas estructurales de la migración, los factores que contribuyen a la migración irregular y, sobre todo, cómo trabajamos juntos para resolver el problema. Esta cuestión es en beneficio del pueblo’, afirmó el jefe de Advirtió la diplomacia mexicana. Con este encuentro, las partes continúan las negociaciones mantenidas a finales de diciembre en México tras el estado de emergencia provocado por las llegadas récord a la frontera y el cierre de varios pasos fronterizos.
Según Blinken, México y Estados Unidos han logrado grandes avances en las tres semanas transcurridas desde aquella reunión. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, son miembros de la delegación anfitriona. Bárcena estuvo acompañada de las jefas de seguridad, Rosa Icela Rodríguez; el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval; de Marina, Rafael Ojeda, y del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño.
Los datos noticiosos indican que más de dos millones de migrantes ingresaron a México el año pasado, la mayoría buscando llegar a Estados Unidos. El presidente Joe Biden tiene uno de sus puntos débiles en materia de inmigración, especialmente porque los republicanos la están utilizando como herramienta política de cara a las elecciones del 5 de noviembre. Los opositores demócratas lo consideran en gran medida responsable de la crisis en la frontera sur y han amenazado a Mayorkas con un juicio político.