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Los separatistas catalanes se oponen al gobierno

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Esta negación muestra la fragilidad del gobierno, incluso entre sus supuestos aliados.

Los separatistas más extremos, que quieren garantizar que su líder Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica y declarado culpable por los tribunales españoles como prófugo, pueda regresar al país, alegando que el proyecto de ley no proporciona la protección adecuada. Los legisladores separatistas catalanes obstaculizaron el gobierno español el martes al rechazar una controvertida ley de amnistía destinada a ayudar a cientos de sus partidarios involucrados en un fallido intento de independencia de Cataluña en 2017. Los separatistas más extremos, que quieren garantizar que su líder Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica y declarado prófugo por la justicia española, pueda regresar al país, consideran que el proyecto de ley no le proporciona la protección adecuada.

Se espera que el proyecto vuelva a ser llevado a un comité parlamentario para su revisión en las próximas dos semanas, pero aún está por ver qué pueden hacer el gobierno y los separatistas para salvarlo. Esta negación muestra la fragilidad del gobierno, incluso entre sus supuestos aliados. El presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, aceptó la ley a cambio del apoyo parlamentario de dos pequeños partidos separatistas catalanes, lo que le permitió formar un gobierno minoritario a finales del año pasado.

Pero el proyecto, que enfureció a millones en España, fue rechazado por el partido Juntas Catalanas. El partido ha presionado para que se incluyan disposiciones que darían a Puigdemont total impunidad si regresa a España. Continuaremos las negociaciones con un plazo de 15 días…

No hay por qué aprobar una ley de amnistía con muchos vacíos”, ha afirmado Míriam Nogueras, de Junts. Dijo que los socialistas les habían advertido que las enmiendas propuestas podrían causar problemas en Europa con la amnistía, pero que estaban preparados para ello. El ministro de Justicia, el socialista Félix Bolaños, afirmó que era del todo incomprensible que Junts votara en contra de una ley con la que estaba de acuerdo y que votara a favor de partidos de derechas que querían meterles en la cárcel.

El partido de Puigdemont advirtió a Sánchez desde el principio que sería difícil complacerlo si apoyaba a su gobierno, pero pocos analistas imaginaron que correría el riesgo de descarrilar una amnistía destinada a ayudar a sus seguidores. Esta derrota sugiere que el gobierno estará a merced de los separatistas durante todo este período. La coalición de Sánchez tiene 147 escaños de 350 en la Asamblea Nacional y necesita el apoyo de varios partidos para obtener una mayoría de 176 escaños.

Junts tiene siete escaños. Muchos españoles odian a Puigdemont y la independencia catalana. La justicia española quiere juzgar al expresidente catalán por desacato y fraude, y dos tribunales inferiores están investigando si se pueden presentar cargos de terrorismo y traición contra él y otros separatistas o no.

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