Washington, 6 feb (EFE).- Ante la necesidad de cooperación en materia migratoria, la administración de Joe Biden en Estados Unidos ha pasado de criticar las tendencias autoritarias del presidente salvadoreño Nayib Bukele, pasó a felicitarlo. para su reelección en las elecciones del domingo. Muy famoso por su lucha directa contra las pandillas, Bukele aniquiló […] Washington, 6 feb (EFE).- Ante la necesidad de cooperación en materia migratoria, la administración de Joe Biden en Estados Unidos ha pasado de criticar las tendencias autoritarias del presidente salvadoreño Nayib Bukele a felicitar su reelección.
en las elecciones del domingo. Muy popular por su guerra frontal contra las pandillas, Bukele ganó las elecciones del domingo y ejercerá como presidente por otros cinco años a pesar de que la Constitución salvadoreña prohíbe los mandatos presidenciales consecutivos. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, felicitó a Bukele y le pidió trabajar juntos, enfatizando la protección de los derechos humanos y garantizar la justicia como máximas prioridades.
Aunque enfatizó los derechos humanos, su tono difirió del de la primera administración Biden, denunciando el colapso democrático del gobierno de Bukele en El Salvador por el despido de jueces en 2021. La administración Biden adoptó inicialmente una postura más confrontativa hacia Bukele, pero eso no les funcionó, dijo a Efe Michael Shifter, experto en estudios latinoamericanos del think tank Inter-American Dialogue. Estados Unidos ha expresado repetidamente su preocupación en 2022 por las restricciones a las libertades civiles derivadas de un estado de emergencia promovido por Bukele que tenía como objetivo llevar a cabo detenciones masivas de pandilleros pero que resultó en el encarcelamiento de personas inocentes.
El presidente salvadoreño se pronunció posteriormente acusando a la administración Biden de apoyar a pandilleros, a diferencia de la anterior administración del republicano Donald Trump (2017-2021), que, según él, apoyó la seguridad de El Salvador. Y cuando Bukele anunció su intención de postularse para un segundo mandato, lo cual es inconstitucional según abogados y defensores de derechos humanos, Estados Unidos le exigió cumplir con la Constitución. Sin embargo, con la amplia popularidad que ha acumulado el presidente en su país, Estados Unidos comenzó a dar señales muy claras a mediados del año pasado, indicando que el país avanzaba hacia una posición reconciliadora con Bukele, señaló Shifter.
La secretaria de Estado salvadoreña, Alexandra Hill, visitó a Blinken en agosto en Washington, y el jefe del Departamento de Estado para América Latina, Brian Nichols, se reunió con Bukele en San Salvador en octubre. Durante esta visita, Nichols ofreció matices sobre la constitucionalidad de la reelección de Bukele, asegurando que era un asunto que debía dejarse en manos del pueblo salvadoreño. Según Ricardo Valencia, profesor de comunicación de la Universidad Estatal de California, este cambio de postura de Washington se debe al objetivo del país de enfrentar la crisis migratoria en la región.
La administración Biden dice estar preocupada por el Estado de derecho, pero cualquier preocupación es menor comparada con su deseo de frenar la migración, dijo a Efe. La notable mejora de la seguridad en El Salvador es en realidad un factor que hace que menos personas abandonen el país: el número de salvadoreños que llegan a la frontera sur de Estados Unidos cayó un 40% en 2023 en comparación con el ‘año pasado’. Además, imponer sanciones económicas al país centroamericano perjudicaría las condiciones de vida de las personas y podría provocar un aumento de la migración.
La situación económica ha sustituido a la delincuencia como la principal preocupación de los salvadoreños pues, según una de las últimas encuestas publicadas, el 32,8% de la población considera la economía como el mayor problema del país. Shifter aseveró que a pesar de las mejoras en seguridad, el número de salvadoreños que salen de su país sigue siendo alto y dijo que Washington está preocupado porque la situación económica es un factor en las deportaciones. Por eso cree que se siguen discutiendo temas como las garantías judiciales o los derechos humanos, pero ahora de forma más discreta.
Preguntado por Efe, el portavoz de Exteriores destacó que la reducción de la violencia se ha producido a costa de los derechos humanos, por lo que ahora es el momento de centrarse en construir instituciones judiciales. Esto permitirá combatir eficazmente la violencia de las pandillas respetando los derechos humanos. Dijo que El Salvador puede hacer ambas cosas.