Salud

Las mujeres y el sobrepeso: aumento de la grasa abdominal y otros cambios corporales relacionados con la edad

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Los expertos describen los cambios de peso que se producen con la edad, los riesgos asociados y recomendaciones para advertir contra ellos.

Los expertos describen los cambios de peso que se producen con la edad, los riesgos asociados y recomendaciones para advertir contra ellos. La reducción de la producción de estrógeno durante la menopausia exacerba la pérdida de masa muscular en las mujeres y afecta la redistribución de la grasa corporal, afectando negativamente a la salud de las mujeres. El estrógeno, una hormona secretada principalmente por los ovarios, estimula la acumulación de grasa en las caderas (normalmente distribuida en las mujeres).

Sin embargo, cuando los niveles de esta hormona disminuyen debido a la menopausia, el tejido graso comienza a acumularse en el abdomen, explicó la endocrinóloga ecuatoriana Daniela Hurtado Andrade durante un encuentro online con periodistas latinoamericanos. Y, desde una perspectiva científica, sabemos que la calidad de la grasa en las caderas es diferente a la calidad de la grasa en el abdomen, dijeron expertos de la Clínica Mayo, un centro médico de Estados Unidos. Se sabe que la grasa de la cadera es una grasa buena o beneficiosa y tiene propiedades metabólicas positivas; Por otro lado, la grasa acumulada en el abdomen tiene propiedades metabólicas negativas.

Esta obesidad abdominal o central se asocia con un mayor riesgo de diabetes, hipertensión arterial, hígado graso y todas las complicaciones metabólicas asociadas a la obesidad, añadió. La pérdida de masa muscular que se produce con la edad no afecta sólo a las mujeres; También ocurre en hombres, pero en las mujeres la afección empeora con la menopausia. Y la pérdida de masa muscular, o sarcopenia, afecta el metabolismo y conduce al aumento de peso.

Además de que los ovarios dejan de producir estrógenos, la menopausia también se caracteriza por la aparición de síntomas vasomotores (sofocos) que pueden durar varios años, afectando la calidad y cantidad del sueño, un factor de riesgo que provoca aumento de peso. Muchas mujeres con sofocos evitan situaciones que pueden desencadenar estos síntomas, incluida la actividad física, que es fundamental para mantener un peso saludable. Indirectamente, la presencia de síntomas vasomotores puede afectar negativamente nuestro peso, afirmó Hurtado, quien participa en el encuentro Mujer, envejecimiento y aumento de peso.

La obesidad tiene innumerables consecuencias que afectan a nuestra salud de muy diversas formas, recuerda el endocrinólogo. Aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemia, enfermedades cardiovasculares y complicaciones mecánicas como reflujo, artrosis y apnea del sueño. Además, se vincula con problemas de salud mental, pues muchos pacientes con esta condición sufren ansiedad, depresión o trastornos alimentarios.

Finalmente, el sobrepeso está relacionado con 14 tipos diferentes de cáncer, incluido el cáncer de mama, el cáncer más común en mujeres posmenopáusicas. Para evitar el aumento de peso relacionado con la edad y los riesgos para la salud asociados con él, Hurtado sugiere que las mujeres realicen cambios en su estilo de vida a partir de la edad adulta (alrededor de los 35 o 40 años), incluida la reducción de la ingesta de calorías y la participación en actividad física regular. En cuanto al consumo energético, algunos estudios recomiendan consumir entre 1.400 y 1.500 calorías diarias al inicio de la menopausia.

Otros estudios se han centrado no tanto en el recuento de calorías sino en el tipo de dieta y han demostrado los beneficios de las dietas bajas en carbohidratos y grasas malas pero altas en fibra y alimentos integrales. Para minimizar la sarcopenia, la Clínica Mayo enfatiza la necesidad de consumir cantidades adecuadas de proteínas. ¿Pero cuánta proteína es suficiente?

Por lo general, la respuesta de los médicos es de 1 a 1,2 gramos por kilogramo de peso corporal por día. Una mujer que sigue un programa de pérdida de peso (en el que la sarcopenia es más pronunciada) necesita aún más: entre 1,5 y 1,7 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal al día. Y si bien cualquier tipo de actividad física es beneficiosa para la salud, Hurtado reitera que el entrenamiento de fuerza o resistencia juega un papel importante en la reducción de la masa muscular.

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