Fue planteada por Estados Unidos ante la CIJ. Insisten en que no se les puede obligar a retirarse de los territorios ocupados sin garantías de seguridad. Estados Unidos ha dicho a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, que se opone a que Israel sea obligado a retirarse de los territorios palestinos ocupados sin recibir garantías de seguridad.
La CIJ celebrará audiencias esta semana sobre las consecuencias jurídicas de la ocupación israelí de territorios palestinos desde 1967, con una cifra sin precedentes de 52 países llamados a testificar, entre ellos Estados Unidos, Rusia y China. La mayoría de los oradores pidieron a Israel que pusiera fin a su ocupación después de la Guerra de los Seis Días, pero Estados Unidos defendió a su aliado. Richard Visek, asesor jurídico del Departamento de Estado de Estados Unidos, dijo que el tribunal no debería concluir que Israel tiene la obligación legal de retirarse del territorio ocupado de forma inmediata e incondicional.
Hizo hincapié en que cualquier paso hacia la retirada de Israel de Cisjordania y Gaza requiere tener en cuenta las necesidades de seguridad de Israel. Las audiencias comenzaron el lunes pasado con testimonios de funcionarios palestinos, que acusaron a los ocupantes de Israel de administrar un sistema de colonialismo y apartheid, y pidieron a los jueces que pidan el fin inmediato, completo e incondicional de la ocupación. En junio de 1967, en la llamada Guerra de los Seis Días, Israel capturó Cisjordania y Jerusalén Oriental de manos de Jordania; Los Altos del Golán a Siria, la Franja de Gaza y la Península del Sinaí a Egipto.
Luego, Israel comenzó a ocupar 70.000 kilómetros cuadrados de territorio árabe conquistado, ocupación declarada posteriormente ilegal por las Naciones Unidas. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha pedido a la CIJ que considere las consecuencias jurídicas de lo que la resolución describe como las continuas violaciones por parte de Israel del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación. También debe considerar medidas para cambiar la composición demográfica, el carácter y el estatus de la ciudad santa de Jerusalén, afirmó la organización.
El tribunal emitirá un fallo urgente sobre este caso, posiblemente a finales de este año.