Después del final de este ciclo, pensó que era hora de crear su propio camino y se fue en solitario en 1993, para darle al público un sentimiento completamente diferente al que tenía. estaban acostumbrados… y fue un éxito. Sintió que tenía un sonido diferente a cualquier otra orquesta y fue capturado por el merengue.
Le puede interesar: Diomedes Nuñez Polanco lanza el libro Juan Bosch: ética, pasión y patria Han pasado más de dos décadas y media y el artista continúa grabando. No ha dejado de hacer lo que ama… la música, hasta hace poco cuando enfrentó una difícil experiencia que puso su vida en peligro.
Hay un dicho que dice que luchar es sólo temporal, pero rendirse es para siempre, y el merenguero decidió luchar contra la enfermedad que buscaba silenciar su voz y lo logró. Ahora estoy muy positivo, con este proceso soy prácticamente un milagro de Dios, dijo a ¡Qué Pasa! Más adelante detallaría el intenso proceso que atravesó y del que continuó recuperándose.
Contó que un día se despertó con los pies y el abdomen hinchados: fui a ver a mi médico, el Dr. Soto, al Centro Médico UCE y de inmediato me hospitalizaron (duré 16 días). Tenía presión alta pero no tenía síntomas, mis riñones estaban congestionados y también me descubrieron una de las peores amebas de la historia.
Pero la historia no terminó ahí, continuó, resultó que nací con una enfermedad, tenía una vesícula más pequeña de lo normal, llena de piedras y lodos en el órgano biliar, que ella empezó a tirar todo. y eso me complica. dice el artista, quien actualmente se encuentra en diálisis dos veces por semana en un lugar que califica como muy familiar y amigable llamado Primed Millón, donde conocí a una Maeña de pura raza como yo, Doña Silvia.
Después de esta gran tormenta, que pudo afrontar gracias a su gran fe en Dios, combinada con el amor de su familia y queridos amigos, Diomedes acogió a Cristo en su vida. Aquí y allá mi vida ha cambiado mucho, mi esposo y yo hemos aceptado a Jesucristo como nuestro Salvador, espero que los jóvenes no esperen a tener edad suficiente para aceptar a Jesús como su Salvador, Salvador, porque no hay Dios. en la calle, dice Núñez, quien también agradece a sus médicos, el nefrólogo Santiago Lantigua y el nutricionista Ricardo Marte.
Sencillo y lleno de energía. Luego del gran avance que tuvo, el cantante de Mi mañita, ingresó al estudio de grabación para hacer lo que ama, lo que le da energía y lo hace feliz… merengue.
Reveló que actualmente se encuentra trabajando en un único pastel que refleja lo que ha estado pasando recientemente con su salud, titulado Un día especial. Está dedicado a todos aquellos que sienten que sin Dios no pueden escapar de la situación o enfermedad que les atormenta. Incluye arreglos y composiciones del baterista, mi abuelo, quien pasó todo el proceso conmigo en el hospital, enfatizó.
Diómedes y Grupo Mío se preparan para emprender una de las giras más importantes de su carrera por Estados Unidos. Dijo: “Hay mucha gente que quiere el saludo y abrazo que le doy a todos mis fans, además de lucir mis grandes dientes.