Salud

Esta Semana Santa, por qué debes nutrir tu mente y tu cuerpo

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Las personas con trastorno bipolar a menudo recurren a alimentos procesados, ricos en azúcar y abundantes que se entregan a domicilio o se encargan, en lugar de preparar las comidas en casa.

Cómo los hábitos alimentarios saludables pueden contribuir al bienestar de alguien con trastorno bipolar La primera vez que fui a ver a una nutricionista me dijo algo muy cierto: Comer es un placer. Las personas con trastorno bipolar a menudo recurren a alimentos procesados, ricos en azúcar y abundantes que se entregan a domicilio o se encargan, en lugar de preparar las comidas en casa. Sin embargo, existe una relación importante entre la nutrición y nuestra salud física y mental.

La buena noticia es que contamos con herramientas científicamente probadas para ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir la inflamación asociada con condiciones de salud. Somos lo que comemos, suele decir la gente, pero es cierto. Las personas con trastorno bipolar no son las únicas que consumen comida rápida, carbohidratos simples y bebidas energéticas con cafeína.

Pero comer mejor puede ayudarle a sentirse mejor. No soy nutricionista, sin embargo, vivir con esta enfermedad me ha obligado a cambiar lo que yo llamo malos hábitos alimentarios. A continuación se presentan algunas sugerencias que me han ayudado mucho en mi lucha por mantenerme saludable y comer mejor.

. . 1.

Evite los refrigerios innecesarios. Practica la atención plena en cada bocado. Piensa en por qué y qué comes ahora.

¿Aburrido? ¿Estar nervioso? Tal vez lo que realmente necesitas es una caminata alrededor de la cuadra o algunos ejercicios de respiración y/o yoga.

2. Haz un plan. Muchas personas con trastorno bipolar tienden a realizar compras impulsivas.

Por lo tanto, será útil pensar en sus comidas con anticipación y hacer una lista de compras. Guarda la fruta en la cocina y el apio y las zanahorias ya están preparados en el frigorífico. Lleve refrigerios saludables para reducir el consumo de refrigerios en comida rápida.

3. Compre sabiamente. Cuando compres en un gran supermercado, fíjate primero en la zona exterior, donde suelen venderse los alimentos más saludables.

Sea selectivo con los artículos y lea las etiquetas. Localice mercados de agricultores, explórelos y haga preguntas. 4.

Lleve un diario de alimentos. Para hacer un ejercicio de alimentación consciente, anota todo lo que comes o bebes durante unos días (existen varias aplicaciones gratuitas para smartphones que facilitan esta tarea). A menudo, el simple hecho de ser consciente de lo que nos llevamos a la boca es suficiente para inspirarnos a tomar decisiones más inteligentes.

¡Disfrutar! __________

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