Al menos 112 personas, en una multitud en Gaza recogiendo alimentos de un convoy de camiones, murieron ayer por fuego del ejército israelí o fueron aplastadas porque la multitud luchaba por conseguir un poco. comida, en otro trágico episodio de la obra que sobrecogió al pueblo palestino. El ejército admitió haber disparado contra una multitud de habitantes de Gaza, pero dijo que decenas de personas murieron o resultaron heridas al ser empujadas, pisoteadas o aplastadas por camiones de comida, mientras que la Autoridad Nacional Palestina calificó lo ocurrido como una tragedia, una masacre brutal con tanques y fuego de artillería.
La tragedia se produjo el mismo día en que la cifra de muertos en la Franja de Gaza superó los 30.000 muertos y los 70.000 heridos desde que Israel inició su asalto al territorio, después de que el grupo Hamás matara a 1.400 personas y secuestrara a decenas de cientos de personas en una incursión en el sur. Israel. La calle Rachid presenta un escenario dantesco con cientos de hombres y mujeres, en medio del caos, tratando de conseguir una porción de harina y tratando de sobrevivir a las balas, para evitar ser aplastados o pisoteados, con un resultado de 112 personas muertas y más de 700.
fueron heridos. Esta vez, ningún ataque o enfrentamiento con los terroristas de Hamás estaba justificado, porque se trataba de la desesperación del pueblo por conseguir alimentos, que fue extinguida por el fuego de las ametralladoras, como si de una guerra convencional se tratara. En la región sur de la ciudad de Gaza, donde ocurrió la tragedia, se trata de la zona más alejada de Rafah, en la frontera con Egipto, donde el flujo de ayuda humanitaria hacia la franja es limitado, motivo por el que la multitud se apresuró a subir a camiones de reparto de alimentos.
Se sabe y se admite que el grupo Hamás, con su acto terrorista del 7 de febrero, justificó la respuesta militar de Israel como excesiva o exagerada, teniendo en cuenta los 30.000 muertos y 70.000 heridos, en su mayoría mujeres y niños. Disparar contra una multitud hambrienta que intentaba llevar comida a sus familias debería definirse como un acto de barbarie, que se intenta justificar con el argumento de que el ejército temía por sus vidas. Que Dios conceda que esta tragedia al menos ayude a crear conciencia entre los líderes de Israel y tal vez ponga fin a lo que muchos todavía consideran una masacre.