El Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró ayer que República Dominicana viola los derechos de los inmigrantes haitianos al repatriarlos a su país. Le puede interesar: Lea aquí el informe del Departamento de Estado de EE.UU. que dice que el país está violando derechos.
Múltiples informes indican que la Policía Nacional y otras organizaciones cometieron crímenes contra haitianos en 2023. Se han reportado muertes inexplicables bajo custodia durante operaciones de detención y deportación de migrantes. La Comisión Nacional de Derechos Humanos informó que 75 personas fueron asesinadas entre enero y septiembre.
Según observadores de la sociedad civil, ha habido casos de personas LGBTQI+, especialmente mujeres transgénero, que han sido acosadas, abusadas y arrestadas arbitrariamente por la policía y otras autoridades. Citan comportamientos indecentes, holgazanería pública u otras leyes aparentemente neutrales para justificar sus acciones. Hay evidencia de parcialidad y discriminación por parte de las fuerzas de seguridad y otras agencias gubernamentales contra los negros, especialmente los haitianos, los dominicanos de ascendencia haitiana o aquellos percibidos como haitianos, especialmente aquellos considerados inmigrantes indocumentados.
Centros penitenciarios donde se presentó inseguridad y violencia física se encontraron en Haina y Santiago, así como en centros de recepción fronterizos más pequeños como Dajabón, Elías Pina, Jimaní y Pedernales. Relataron información de que miembros de la Dirección General de Migración (DGM) y otras fuerzas de seguridad gubernamentales sometieron a personas, principalmente de ascendencia haitiana, a tratos degradantes y violencia física. Ha habido informes de arrestos arbitrarios y detención en comisarías de policía o centros de detención de migrantes durante largos períodos, incluso semanas, antes de ser liberados, trasladados a prisión o detenidos.
Organizaciones internacionales y de la sociedad civil informaron que funcionarios de inmigración y otras fuerzas de seguridad realizaron registros y detenciones ilegales, incluidas frecuentes redadas nocturnas, en las que irrumpieron en residencias privadas sin previo aviso ni orden judicial. Durante el año, hubo casos en los que a personas potencialmente necesitadas de protección internacional se les negó la entrada en el punto de entrada y posteriormente se las deportó a su país de origen sin acceso a los procedimientos de asilo de inmigración. La Procuraduría General de la República, a través de la Fiscalía Especializada en Corrupción Administrativa, investigó a funcionarios sospechosos de corrupción.
En agosto, la Fiscalía General arrestó a 12 personas, entre fiscales, policías y personal de apoyo a la fiscalía, como parte de la Operación Gavilán. Los detenidos fueron acusados de aceptar sobornos a cambio de borrar los antecedentes penales electrónicos de casi 17.000 personas. La ley no incluye explícitamente la llamada violación correctiva para personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer e intersexuales (LGBTQI+).
Aunque hubo algunos problemas con el sistema judicial, en general el gobierno hizo cumplir la ley de manera efectiva.