A juzgar por los miles de comentarios que circularon en las redes sociales durante y después del debate, anoche varios miles de dominicanos prefirieron dejar a un lado sus programas favoritos para ver en tiempo real el careo, en el que se trataron temas que preocupan a la población como economía, seguridad y migración.
«¿Cree usted que los debates pueden cambiar el panorama electoral?», ¿Quién cree que ganó el debate?», son algunas de las muchas interrogantes que pusieron a circular en sus redes sociales algunos medios de información como una forma de calcular el impacto de esta iniciativa de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios, que convocó al encuentro.
Los candidatos Luis Abinader, del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM), Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo (FP), y Abel Martínez, de la Liberación Dominicana (PLD), mantuvieron un cara a cara durante dos horas sin enfrentamientos significativos, en un escenario en el que mantener la compostura también suma puntos.
Los candidatos de la oposición – como es habitual en estos topes – no perdieron la oportunidad de criticar la gestión del gobierno en la gran mayoría de los tópicos como inflación, salud y educación, y el mandatario, por supuesto, aprovechó para destacar sus logros aunque sin realizar demasiadas promesas.
Fernández inició el debate prometiendo un mayor crecimiento económico, seguridad alimentaria, salud, generación de empleos y calidad en la educación, y criticó el manejo presupuestario por el Ejecutivo.
La mención de estadísticas fue constante sobre todo en las intervenciones de Fernández y Abinader, quien dejó claro que pretende poner un «candado» a la Constitución para que ningún presidente pueda modificar los términos de la reelección más allá de dos períodos, y para garantizar la independencia del poder judicial.
El mandatario defendió la reforma policial impulsada por el Gobierno, pero Fernández aseguró que hay miedo colectivo por el alto índice de delincuencia y criminalidad, en tanto Martínez consideró que se deben crear anillos de seguridad para de forma inteligente atrapar a los antisociales.
Tal vez uno de los pocos momentos en que el gobernante lució incómodo fue cuando de manera insistente Fernández dijo que las cifras manejadas por el presidente sobre la expansión económica en el cuatrienio no son reales, y en segundos sumó, dividió y dio sus números, por debajo de los presentados por Abinader.
También, en otro momento, Martínez cuestionó la cantidad de pensiones otorgadas por la actual administración, y Abinader lo invitó a que mencionara los nombres de las personas que debían tacharse de los listados.
En sus conclusiones, Abinader manifestó que hoy estamos mejor que hace cuatro años, algo que intentó demostrar a lo largo del debate con estadísticas y ejemplos concretos; Fernández dijo que – al igual que en la gestión de Abinader con una pandemia y conflictos bélicos- él también enfrentó diversas crisis «y que todas las sorteó de manera exitosa».
En un final que algunos analistas consideraron un tanto «poco generoso», el tres veces presidente de la República Dominicana dijo que el actual gobierno luce «desorientado» y que » en crecimiento económico, salud, educación, seguridad ciudadana y migración esta administración se ponchó», por lo que el pueblo requiere «de un nuevo bateador».
Martínez, quien a diferencia de sus adversarios no utilizó tantas cifras para apoyar sus planteamientos, abogó por resultados y no por promesas.
Ha sido esta una semana de debates en República Dominicana; primero tocó el turno a los candidatos al Senado del Distrito Nacional y la provincia Santiago de los Caballeros, la segunda en importancia en el país; el martes último se vieron frente a frente las candidatas a la vicepresidencia del PMR, el PLD y la Fuerza del Pueblo.
Más de ocho millones de dominicanos están convocados a las urnas el 19 de mayo próximo. En sus manos está elegir al hombre que dirigirá los destinos de esta nación caribeña hasta 2028.