Existe una alta incidencia de varios virus, entre ellos adenovirus, rinovirus, metapneumovirus, influenza y Covid-19, así como Mycoplasma pneumoniae o neumonía pulmonar causada por bacterias. El pediatra José Brea del Castillo reveló que la alta morbilidad y mayor agresividad entre los pacientes se debe a virus respiratorios que se mantienen activos hasta el día de hoy, quien lo atribuyó a la deuda de inmunidad que dejó la pandemia de Covid-19. Dijo que actualmente existe una alta incidencia de varios virus respiratorios, entre ellos adenovirus, rinovirus, metapneumovirus, influenza y Covid-19, así como la bacteriana Mycoplasma pneumoniae o mycoplasma pneumoniae.
Brea del Castillo, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Vacunas del país, dijo que es importante mantener una vigilancia epidemiológica activa, porque desde el fin de la pandemia muchos virus respiratorios se han vuelto más graves. Los pediatras de enfermedades infecciosas aconsejan a las personas que se mantengan alejadas de los enfermos, que no envíen a los niños a la escuela cuando tengan gripe, que se laven las manos y usen máscaras para personas inmunocomprometidas cuando se exponen a multitudes, así como la vacunación. Brea del Castillo asegura que el Covid-19 sigue provocando muertes en los países y que las vacunas bivalentes deben seguir siendo estacionales, como ocurre con las vacunas contra la influenza.
Comprenda que debido a la deuda inmunológica que dejó la pandemia, ahora se observa que las infecciones respiratorias afectan con más fuerza tanto a niños como a adultos. Respecto al dengue, el experto en vacunas reiteró que aún estamos en zona epidémica y saludó la jornada de movilización social que se realiza en el país, aunque admitió que controlar el dengue no es tan fácil porque hay muchos mosquitos. Destacó la importancia de seguir protocolos en el manejo del dengue y otros problemas de salud para evitar muertes y además tener un régimen de consecuencias así como la capacitación y reciclaje continuo del personal médico.
Recordó que las directrices para el manejo del dengue se difundían electrónicamente y debía haber un seguimiento para asegurar su cumplimiento, pues entendía que sólo así se reduciría la mortalidad por hemorragia. Enfatizó que todo médico debe tener muy claro los signos de alerta del dengue como vómitos, dolor abdominal y sangrado, entre otros, que son señales de que el paciente debe ser hospitalizado de inmediato.