El gobierno quiere acelerar los trabajos para convertir la región de Pedernales en un enclave turístico y se están haciendo esfuerzos para que esto sea una realidad y no termine en un fracaso. Hay situaciones sociales y materiales que obstaculizan el proceso y éste debe volver a una realidad más tranquila y apoyarse en sus vecinos occidentales. Las dos ciudades fronterizas viven en la miseria de una región desértica y carecen de recursos naturales como el agua.
Sin embargo, las reservas minerales son importantes: una vez en República Dominicana, una empresa extrajo miles de toneladas de bauxita, un elemento esencial para la producción de aluminio. Dejaron la zona como un paisaje lunar para los turistas que ahora se sienten atraídos por verlo y culminaron con una visita al famoso Hoyo de Pelempito. Hay muchas tierras fértiles en la región dominicana, como los principales asentamientos en Río Mulito, Aguas Negras, Mencía, Altagracia, El Aguacate y Puerto Escondido.
Hoy en día se cultivan con mucho esfuerzo y producen excelentes cosechas de aguacate. Puedes leer: El desastre de la fe y las creencias religiosas Pero la parte turística de la cordillera sur de la Sierra de Baoruco es un factor físico que hay que tener en cuenta por problemas de abastecimiento de agua, para evitar el peligroso colapso de proyectos y quiebras explosivas en los paisajes intermedios. extraño pero sin los elementos esenciales de la vida.
La abundancia de agua es fundamental para asegurar la vida, los proyectos y su desarrollo. De lo contrario, el fracaso sólo irá acompañado de sueños decepcionantes e inversiones con deudas incobrables. Esta zona es esclavizante y estimulante.
La imaginación y la capacidad humana jugarán un papel importante para aprovechar esta zona de Dominica, que seguramente ya tiene una población vecina al otro lado esperando despegar en busca de fuentes de alimentos, tal como lo hicieron en otros países. del país. isla donde no sólo se aseguraron el sustento sino que también se asentaron, formando asentamientos permanentes en Verón como la undécima región de Haití con los vicios del estilo de vida haitiano sin poder asimilarse a la vida dominicana.
Son entes aislados, como obstáculos, adheridos a los dominicos que esperan algún día realizar sus sueños, arraigados en uno e indivisible, como sucedió en 1822. Pedernales o Cabo Rojo se reforzarán con la seguridad del suministro de agua para garantizar la vida en la región dominicano-haitiana, que por su lejanía de la capital Haití es más dependiente de la economía dominicana, que abastece de agua sin que surja conflicto en Puerto Príncipe o Juana Méndez. La única forma de asegurar el desarrollo es trasvasar agua del río Nizaito al Delta de Cabo Rojo sin afectar los recursos hídricos correspondientes a Paraíso y Enriquillo, cuidando las fuentes de agua vecinas que tienen caudales regulares pero cortos.
No será un proceso fácil a pesar de los sueños de las autoridades dominicanas, que han invertido esfuerzos en desarrollar el Puerto de Cabo Rojo, que ha adquirido el único crucero en llegar, como el Labadee en Haití, es necesario construir. las comodidades necesarias para hacer agradables las estancias cortas.