A diferencia de las tendencias globales, la República Dominicana ha mantenido altas tasas del impuesto a la renta, en un período marcado por reducciones graduales de las mismas en otros países. Según datos recogidos por el Centro de Estrategias Económicas Sostenibles Regionales (CREES), mientras los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han reducido el tipo medio del impuesto de sociedades del 23,53% en 2012 al 21,96% en 2023, el República Dominicana aumentó su tasa del 25% al 27% durante el mismo período. Este cambio de orientación plantea interrogantes sobre la estrategia fiscal adoptada por el país caribeño, especialmente en el contexto de que la competitividad empresarial y la atracción de inversión extranjera son la base del desarrollo económico sostenible.
Mientras muchos países están ajustando sus políticas fiscales para mejorar el entorno empresarial y fomentar la inversión, la República Dominicana parece estar tomando el camino opuesto. Históricamente, la República Dominicana ha seguido el patrón general de reducir las tasas impositivas para mejorar la competitividad internacional. Por ejemplo, después de promulgar el Código Tributario en 1992, el país redujo significativamente la tasa del impuesto a la renta corporativa, del 46% al 25%.
La medida se considera una forma de atraer inversión extranjera e impulsar el crecimiento económico. Sin embargo, la reciente decisión de aumentar las tasas del impuesto sobre la renta plantea desafíos importantes para el entorno empresarial en Dominica. Con una tasa del 27%, República Dominicana se encuentra actualmente en desventaja frente a otros países con tasas de interés más competitivas.
Por ejemplo, países como Colombia (35%), México (30%) y Chile (27%) mantienen proporciones similares, pero tienen economías potencialmente más desarrolladas y mercados más estables. La complejidad y los costos asociados con el sistema tributario de Dominica también son preocupaciones para CREES. Esto no sólo crea una carga para los contribuyentes sino que también es un desafío para las agencias de administración tributaria en términos de gestión y cumplimiento.
Esta complejidad puede crear obstáculos adicionales para las empresas que buscan establecerse o expandirse en el país, desalentando así la inversión extranjera y obstaculizando el crecimiento económico. En este sentido, la propuesta de reforma tributaria impulsada por la CREES en colaboración con el experto fiscal Francisco Cañahuate Disla parece ser un punto importante para abordar estas preocupaciones. Simplificar las leyes tributarias de Dominica podría allanar el camino hacia una estructura tributaria más equilibrada y favorable tanto para las empresas como para la sociedad en general.
Además, garantizará una base impositiva sólida y predecible, lo que contribuirá a la estabilidad y el crecimiento económicos a largo plazo. Según el centro de análisis y asesoría, en un mundo de competencia económica cada vez más feroz, República Dominicana se ve obligada a evaluar cuidadosamente su política fiscal y tomar medidas proactivas para mantener la competitividad en el escenario global. Revisar y reformar el sistema tributario pueden ser pasos importantes hacia este objetivo, garantizando así un entorno favorable para la inversión, el crecimiento empresarial y el desarrollo económico sostenible en el futuro.
El análisis muestra grandes diferencias en las políticas fiscales a nivel internacional. Mientras que en Colombia esta tasa es del 35%, México es del 30% y Chile es del 27%, otros países como Francia mantienen esta tasa en el 25,8%, España es del 25% y Reino Unido es del 25%. Italia tiene una tasa del 24%, Japón del 23,2% e Israel del 23%.
Tipos de cambio de los países europeos miembros de la OCDE En cambio, países como Grecia tienen una tasa del 22%, Noruega del 22% y Nueva Zelanda del 28%. En el caso específico de los países miembros de la OCDE, la tasa promedio del impuesto a la renta total es del 22%. Al mismo tiempo, países como la República Eslovaca mantienen una tasa del 21%, Estados Unidos el 21% y Suecia el 20,6%.
Entre los países con las tasas más bajas se encuentran Estonia con un 20%, Luxemburgo con un 18,2%, Alemania con un 15,8%, Canadá con un 15% e Irlanda con un 12,5%. Finalmente, países como Hungría tienen una tasa del 9%, Suiza del 8,5% y República Dominicana, como se mencionó anteriormente, aumentó su tasa al 27%.