WASHINGTON (EFE). — La Casa Blanca bloqueó ayer la transferencia a legisladores republicanos de grabaciones de entrevistas que el presidente estadounidense Joe Biden realizó con un fiscal especial como parte de la investigación sobre su manejo de documentos confidenciales. La Casa Blanca justificó su decisión argumentando que los republicanos pretendían acceder a estas grabaciones sólo para distorsionarlas y utilizarlas con fines partidistas.
El abogado de la Casa Blanca, Edward N. Siskel, dijo en la carta publicada ayer que la falta de una demanda legítima de estas grabaciones sugiere su posible propósito: recortarlas, distorsionarlas y utilizarlas con fines políticos partidistas. Siskel añadió en la carta que es inapropiado pedirle al poder ejecutivo que publique documentos tan sensibles y protegidos constitucionalmente porque quiere manipularlos con fines políticos.
La disputa sobre el acceso a las grabaciones es parte de un esfuerzo republicano por demonizar al fiscal general Merrick Garland, quien se ha negado a entregar las grabaciones de la entrevista de Biden con el fiscal especial Robert Hur. En otra carta publicada por separado, el propio Garland aconsejó a Biden que no publicara la grabación, al considerar que estaba protegida por el privilegio ejecutivo, que protege las comunicaciones oficiales del presidente para evitar que se convierta en objeto de presión.