MADRID, 14 de mayo. (Prensa Europea) – Según un estudio de World Weather Attribution, el cambio climático ha hecho que las olas de calor de abril y mayo en Asia sean más frecuentes y severas. Para llegar a esta conclusión, científicos de Suecia, Malasia, Países Bajos, Estados Unidos y Reino Unido combinaron modelos climáticos con observaciones.
Por lo tanto, señalan que tal evento no habría sido posible en Filipinas sin el cambio climático, mientras que en Asia occidental, el cambio climático ha aumentado 5 veces la probabilidad de que tal evento ocurra. En términos de intensidad, los expertos estiman que una ola de calor de este tipo en Asia occidental hoy es alrededor de 1,7°C más caliente que sin la quema de combustibles fósiles. Mientras tanto, la intensidad de las olas de calor en Filipinas es aproximadamente 1,2°C más alta debido al cambio climático.
En general, los investigadores han demostrado que este tipo de eventos no son inusuales en estas áreas. En Asia occidental, la probabilidad de que esto suceda es de alrededor del 10%, o una vez cada 10 años. En Filipinas, en general y no afectada por El Niño, esta probabilidad se reduce a una vez cada 20 años.
En el sur de Asia, la probabilidad se reduce a una vez cada 30 años. En este contexto, observaron una fuerte señal de cambio climático en las temperaturas promedio de abril y concluyeron que estas temperaturas extremas eran aproximadamente 45 veces más probables y más cálidas que cero grados. En este sentido, recuerdan que han realizado otras dos encuestas en la misma zona -más sencillas y basadas en observaciones- en los últimos dos años.
Sus hallazgos fueron consistentes con los de ese momento, cuando descubrieron que el cambio climático estaba haciendo que los eventos de calor extremo fueran 30 veces más probables y 1°C más calientes. Por el contrario, los autores del estudio advierten que si las temperaturas globales aumentan 2°C por encima de los niveles preindustriales, aumentará aún más el riesgo de calor extremo en ambas regiones. Más precisamente, el doble en Asia occidental y cinco, o incluso más, en Filipinas.
Además, las temperaturas aumentarán 1°C en Asia occidental y 0,7°C en Filipinas. Según el estudio, la ola de calor ha exacerbado la ya precaria situación de los desplazados internos y de quienes viven en campos de refugiados o zonas de conflicto, como los 1,7 millones de personas desplazadas dentro del país. Asimismo, obligó al cierre de miles de escuelas en el sur y sudeste asiático y afectó de manera desproporcionada a determinados grupos de población como trabajadores de la construcción, conductores, agricultores, pescadores, etc.
En general, criticaron la falta de atención a la mejora de los edificios con defectos estructurales, como los que tienen techos de amianto. Asimismo, piden a países como India, que cuentan con planes de acción integrales, que los amplíen con regulaciones obligatorias para proteger a los más vulnerables. En opinión de los expertos, medidas como descansos programados, horarios fijos o programas de sombra-descanso-rehidratación deberían formar parte de las directrices para proteger a los trabajadores de estas zonas afectadas.
Finalmente, también piden estrategias de colaboración intersectorial enfocadas en brindar apoyo inmediato durante los días calurosos.