Cuando decidí iniciar la lucha contra la #ViejaPolítica, era consciente de los riesgos que estaba tomando y del precio que tendría que pagar. Soy honesto cuando digo que prefiero sufrir un golpe injusto en la espalda que la carga y el resentimiento en mi corazón de tener que admitir lo que he hecho mal. La pelea que he hecho durará hasta que gane.
La perseverancia es un rasgo de mi personalidad. No renunciaré a mi fe y no me cansaré. Para mí la política es parte del propósito de la vida.
Desde niña he luchado contra el abuso y la injusticia. Siempre he odiado lo que está mal hecho y los privilegios desagradables que privan a la gente noble de sus sonrisas y oportunidades. Me considero un soldado con la misión de construir el país y me preparo desde hace más de 30 años para ello.
Quien piense lo contrario ha calculado mal. Cada adversidad despierta en mí el espíritu guerrero y fortalece mi determinación de avanzar hacia el destino y un cierto encuentro con la historia. No participo en política por motivos personales o económicos.
Para mí lo que importa no es el lugar sino la causa. Por eso tengo una política de determinadas propuestas y valores. Bueno, la verdadera posición que realmente quería era estar en el corazón de los dominicanos.
Lo he dicho mil veces, mi objetivo es construir un espacio político real y diferente. Mi compromiso es con el pueblo y con la #Evolución que demanda nuestro país. Creo en la transparencia, la honestidad, el civismo, el compromiso compartido, el trabajo en equipo, el talento y la justicia como base de la acción política.
Todo lo que he logrado es resultado de esfuerzo, preparación y valentía. He trabajado incansablemente durante muchos años. Más de 10 años como líder del sector privado, más de 10 años como funcionario público.
Durante los últimos 5 años he caminado sin parar por las calles y zonas de la capital. Muchos años de trabajo en los medios y la academia. Siempre hay que enfrentarse a la sociedad.
No me vendo ni me inclino ante el poder o la conveniencia. Asumo con dignidad y responsabilidad las tareas políticas que me han sido confiadas. Sigo siendo fiel a mis creencias.
Todo esto inspirará los próximos capítulos de mi vida. No puedo predecir el futuro, lo que puedo hacer es dar seguridad sobre las armas que utilizaré en las luchas que me esperan: templanza, prudencia, justicia y fuerza.