Roma – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) celebrará este año el Día Internacional de la Sanidad Vegetal, destacando la importancia de promover la innovación para proteger las plantas, que son esenciales para sustentar la vida en la Tierra. La celebración de este año, el 12 de mayo, se centra en una variedad de innovaciones que abordan diferentes áreas donde la sanidad vegetal es fundamental, como el monitoreo de plagas de plantas para proteger la producción agrícola, y sistemas digitales para garantizar la seguridad de las plantas para el comercio internacional de plantas. ‘No tenemos más remedio que aprovechar la innovación, los avances tecnológicos y las herramientas para proteger las plantas’, afirmó Beth Bechdol, Directora General Adjunta de la FAO.
Añadió que los desafíos globales sin precedentes que enfrentamos, como la implacable crisis climática, requieren enfoques innovadores y tecnologías digitales para ayudar a los países a participar en la construcción de un sistema de alerta temprana y monitoreo de plagas más sólido. El Día Internacional de la Sanidad Vegetal designado por las Naciones Unidas es un legado importante del Año Internacional de la Sanidad Vegetal 2020. Desde entonces, el día ha creado conciencia mundial sobre cómo proteger las plantas puede ayudar a erradicar el hambre, reducir la pobreza y proteger la biodiversidad y el medio ambiente.
así como promover el desarrollo económico. Las celebraciones de este año en la FAO incluyen un evento de alto perfil el 13 de mayo. La sanidad vegetal debe ser una máxima prioridad porque hasta el 40% de los cultivos alimentarios se pierden cada año debido a plagas y enfermedades de las plantas.
Esto afecta tanto a la seguridad alimentaria como a la agricultura, que es la principal fuente de ingresos de muchas comunidades rurales vulnerables. El cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos también afectan la salud de las plantas y alteran los ecosistemas, al tiempo que crean nuevos nichos donde las plagas y enfermedades pueden prosperar. Los viajes y el comercio internacionales, cuyo volumen se ha triplicado durante la última década, han llevado a conexiones más estrechas entre países y regiones.
Esto pone de relieve la importancia de garantizar que las personas, los bienes y los alimentos que cruzan las fronteras no sean portadores de plagas y enfermedades que afecten a las plantas, los animales y los seres humanos. Tecnología fitosanitaria La labor de la FAO en materia de producción y protección vegetal utiliza los últimos enfoques científicos, innovación y tecnología. Esto incluye ayudar a los gobiernos a conservar los recursos fitogenéticos y desarrollar semillas viables y variedades de cultivos tolerantes al estrés para aumentar la productividad agrícola.
También implica trabajar hacia un manejo sostenible de plagas y enfermedades, trabajando estrechamente con cada país y comunidad, como es el caso de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF). A través de la CIPF, la FAO está implementando el Programa Fitosanitario de África para desarrollar capacidades y apoyar a los países en el uso de la evidencia científica y la tecnología digital más recientes para detectar plagas de plantas. La clave para detectar plagas de plantas, como las langostas del desierto, es la capacidad de transmitir datos en tiempo real a los centros nacionales de control de langostas utilizando sistemas de información geográfica para recopilar y organizar datos sobre plagas, así como un conjunto de aplicaciones para teléfonos inteligentes.
La detección temprana de estas plagas permite a la FAO brindar apoyo rápido a los agricultores, reduciendo los daños a los cultivos. En Ecuador, la FAO también fomenta el uso de la biotecnología en la producción agrícola y la protección de cultivos mediante la aplicación exitosa de un sistema de control de la mosca de la fruta utilizando técnicas de esterilización de insectos. Esto implica criar y esterilizar una gran cantidad de insectos machos para que se apareen con hembras silvestres sin producir descendencia y así reducir las poblaciones de insectos.
Mientras tanto, la adopción de la solución ePhyto de la CIPF, que proporciona certificación fitosanitaria electrónica, hace que el comercio internacional de productos agrícolas sea más rápido, seguro y eficiente. Más de 120 países han adoptado esta solución y se han intercambiado más de tres millones de certificados ePhyto.