Infobae.- El miércoles todas las miradas estaban puestas en Juan José Zúñiga Macías, ex comandante del ejército de Bolivia, acusado de ser el autor material e intelectual de un fallido intento de golpe de Estado. Zúñiga, aprobado por el presidente Luis Arce en enero de este año, es una figura controvertida tanto dentro como fuera del sector militar.
A pesar de esto, Zúñiga aún mantiene estrechas relaciones con movimientos sociales y sindicatos, que gradualmente se ganaron le ganó la reputación de “general del pueblo”.
Durante su carrera, Zúñiga sirvió como jefe del Estado Mayor antes de convertirse en comandante del ejército y ha sido objeto de muchas acusaciones de corrupción. En 2013, un informe del diputado Porfirio Quispe señalaba a Zúñiga como el principal responsable del robo de más de 2,7 millones de bolivianos, un fondo destinado al Bono Juancito Pinto (para niños y niñas de escuelas primarias), Renta Dignidad (pensión para aquellos mayores de 60 años) y viáticos militares.
El documento de fecha 28 de noviembre de 2013 redactado por Quispe, señala que por órdenes de Zúñiga, Quispe entregó todos los saldos correspondientes a dichos pagos sin conocer el destino final de estos recursos. El informe de 2013 que involucra a Zúñiga también mencionó amenazas contra el suboficial Quispe y su familia.
Estos cargos se suman a los cargos de narcotráfico, interpuestos por el general Luis Begazo, quien fue suspendido sin explicación. Begazo acusó a Zúñiga de estar involucrado en actividades transfronterizas ilegales desde la administración del expresidente Evo Morales. El propio Morales también señaló a Zúñiga como quien ejecuta el “plan negro” en su contra, estrategia encaminada a desprestigiarlo.
Además de estas acusaciones, Juan José Zúñiga Macías también está vinculado al conocido grupo como “Pachajchos”, una poderosa red dentro del ejército encargada de realizar misiones de inteligencia y que, según denuncias, facilita el contrabando en la frontera.
Este grupo, establecido durante la administración de Evo Morales, tenía una Fuerte influencia en el nombramiento de los destinos de los oficiales y estuvo dirigido por el liderazgo de las fuerzas armadas. El acceso a este colectivo es muy limitado y requiere el cumplimiento de diversos requisitos. Zúñiga ha reconocido públicamente la existencia del grupo “Pachajchos” y defendió sus actividades en inteligencia militar.
Podemos leer: El ejército retira sede del Ejecutivo boliviano tras un “intento de golpe”
El gobierno de Luis Arce ha negado reiteradamente la existencia de una estrategia para perjudicar a Morales, quien afirmó que Zúñiga había ordenado a la empresa de inteligencia militar verificar los activos de personas que pudieran haber filtrado información. “Dio instrucciones y no encontró nada”, dijo Morales en septiembre de 2022.