La vicepresidenta Raquel Peña, el secreto más laureado y mejor guardado de Abinader, la PUCMM y la estirpe trabajadora y visionaria de Santiago, recientemente ha sido designada por el Presidente para encabezar el Gabinete de Educación.
La cita es correcta pero incompleta. Como la canción de Franco, “No es suficiente”. Y para afrontar los eternos problemas de nuestra educación –calidad de facto, mafia aérea, ineficiencias repetidas, errores notorios– la decisión no debe tomarse a medias; Para afrontar este torbellino no pueden haber medias tintas, ni “más o menos” ni porcentajes. En el ministerio civil no se permite distribuir el poder. Finalmente, el actual Secretario Hernández – con su doctorado y universidad – es un triunfador personal, académico y económico, y seguramente recibirá a su reemplazo con casi la misma alegría y agradecimiento.
A pesar de las mejoras en. Con evaluaciones recientes, incluida la prueba PISA 2022, de la calidad de la educación, los dominicanos han tocado fondo en muchos años. Hasta 2013 todavía sosteníamos el argumento de la falta de recursos económicos, pero apareció el 4% E y 11 años después, estos fondos se utilizan para casi todo, excepto para el fin para el que estaban destinados, mejorar la calidad de nuestra vida. educación. Nadie sabía qué más decir ni cómo decirlo. La educación es una civilización. Una persona educada es una persona rica, incluso si es relativamente pobre. Mientras los hogares se derrumban como lirios y dentro de unos años la mitad de nuestros jóvenes crecerán sin una figura paterna, en el centro de este drama no está sólo la economía sino, sobre todo, la educación, “es” la educación, diablos, es la educación. 1965.
Si no mejoramos la calidad de la educación, pronto seremos no sólo la “muerte de los pobres” como lo fuimos antes, sino también el cementerio de nuestra propia ignorancia o de los iPhones robados.
Ignorancia, ira y violencia. Y llegará el día en que ya no habrá tiempo para la paz ni siquiera para el amor, es decir, para la vida. “Por todas estas cosas… y por muchas otras cosas”, la decisión del Presidente es acertada, acertada, muy acertada pero no suficiente.