Se ha establecido una relación estable, asegurando la rentabilidad de los productores agrícolas y la industria.
El acuerdo firmado entre los productores de tomate y la industria en la que participan que suministran esta materia prima, incrementándose en 25 pesos por 100 libras (de 300 pesos a 325 pesos), es la continuación de una práctica aplicada desde hace décadas en torno a este cultivo, aunque no exenta de obstáculos, la buena voluntad de las partes ha evitado que se repita. , lo que supone un ejemplo a seguir a la hora de firmar contratos combinatorios de producción agrícola.
La actitud de las partes fue tan completa, con el arbitraje del Ministerio de Agricultura, que el Acuerdo no se limitó a la determinación de precios pero también acuerdan que al final de la actual cosecha se realizará una evaluación para verificar el avance de la misma, de modo que sus resultados informen futuras negociaciones, y determinen aclarado que se seguirá brindando apoyo a las pequeñas y medianas empresas. productores de tamaño con servicios de preparación de tierras, asistencia técnica y otras medidas para cumplir con programas y procedimientos fitosanitarios Nadie puede negar los beneficios de la subcontratación agrícola (ya sea parcial o total). ), tanto para el productor como para la industria.
Si nos limitamos al precio, el contrato reduce los costos del productor, el riesgo de pérdida y la incertidumbre que puede llevar a la quiebra. En el caso de la industria, los contratos con los fabricantes ayudan a reducir el riesgo de escasez, al organizar un suministro confiable de productos con la calidad deseada, productos que pueden no estar disponibles en el mercado abierto y en muchos casos pueden ser más efectivos que los productos que no lo hacen. -La agricultura por contrato, además de ser más aceptada políticamente.
Sin embargo, la agricultura por contrato no está exenta de dificultades, como por ejemplo si los agricultores pueden vender sus productos a extranjeros, violando lo acordado, y surgen conflictos. respecto a la rigidez del calendario agrícola, que puede obstaculizar los compromisos culturales y sociales
En el caso de la agricultura del tomate, el cultivo de los actores. modificados para minimizar estos riesgos. De buena fe y sustentados en el costo de producción, tanto para la industria como para los productores agrícolas, se ha establecido una relación estable para asegurar la rentabilidad para todas las partes. Este es un buen ejemplo a seguir.