Washington. La administración de Donald Trump ha anunciado que reanudará la construcción del muro fronterizo entre Estados Unidos y México.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Carolyn Leavitt, confirmó en una conferencia de prensa que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) está expandiendo el muro en al menos 79 millas (127 kilómetros).
Si bien no se ha establecido una fecha de inicio oficial, los funcionarios dijeron que el proyecto ya está en las fases de planificación y movilización de recursos.
Mientras tanto, los funcionarios de la Patrulla Fronteriza han aumentado la instalación de alambre de púas y otros elementos de disuasión en varios puntos clave a lo largo de la frontera como parte de un aumento inmediato de la seguridad.
Desde su primera campaña presidencial en 2016, Donald Trump ha promocionado el muro como una solución para detener el flujo de migrantes y el tráfico de drogas y armas.
En ese momento, dijo que el gobierno mexicano cubriría los costos de construcción, pero esto no ha sucedido. Durante su primer mandato se avanzó en la construcción de la barrera, pero el proyecto fue detenido por la administración de Joe Biden.
Después de regresar a la Casa Blanca, Trump reanudó la construcción como parte de su estrategia de inmigración.
“El día de la toma de posesión de Trump, los trabajadores llegaron a las 7:00 a.m. y comenzaron a expandir el muro. «No sabemos de dónde sacaron los fondos porque las autoridades dijeron que no había fondos», dijo a Efe Daniel Watman, director de programas del Parque de la Amistad en Tijuana.
Como parte de un acuerdo entre Estados Unidos y México para frenar el tráfico de fentanilo y otras drogas, cientos de soldados y unidades de la Guardia Nacional se han desplegado en puntos estratégicos a lo largo de la frontera, incluidos Baja California, Sonora y Tamaulipas.
Estas regiones se caracterizan por altos niveles de violencia y son conocidas por el tráfico de drogas, migrantes y armas.
La reanudación de la construcción del muro ha generado controversia. Aunque los conservadores en Estados Unidos acogieron con agrado esta medida, grupos de derechos humanos criticaron la iniciativa. Daniel Watman dijo que la retórica de Trump «explota» el miedo para justificar la militarización y la expansión del muro, lo que beneficiaría económicamente a ciertas industrias, «pero la verdad es que es parte de una industria que genera mucho dinero para mucha gente y no protege a nadie». El Parque de la Amistad en Tijuana, fundado en 1971 como símbolo de unidad entre los dos países, fue dañado por las obras de expansión del muro.
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