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El presidente Luis Abinader, junto a la primera dama Raquel Arbaje, estuvo presente ayer en las honras fúnebres de la gobernadora provincial Nelsy Cruz, de 41 años, quien falleció tras el derrumbe del techo de la discoteca Jet Set en Santo Domingo. Sus restos recibieron sepultura a la 1:35 de la tarde en el cementerio de esta localidad.
Previo al entierro, se celebró una misa de cuerpo presente a cargo del obispo Diómedes Espinal, de la diócesis Mao-Montecristi, en la hacienda del hermano de la funcionaria, el exbeisbolista Nelson Cruz, con la asistencia de cientos de ciudadanos, autoridades y líderes comunitarios. Fueron a dar el último adiós a una mujer que por su labor y dedicación a las mejores causas del pueblo se ganó el afecto y el respeto de una población que se resiste a aceptar su partida. “El país está de luto. Esta tragedia ha conmovido profundamente a los dominicanos y dominicanas de buen corazón y sensibilidad, que hoy lloran junto a las familias afectadas”, expresó el presidente Abinader, visiblemente conmovido por la pérdida. Definió a Nelsy Cruz como una persona con extraordinarias cualidades humanas, profesionales, eficiencia y honestidad. El jefe de Estado añadió que: “Como Gobierno, estamos haciendo todo lo posible, brindando atención a los heridos para que puedan recuperarse, y acompañando con solidaridad y paz a quienes han perdido a sus seres queridos”.
Indicó que, había ido a despedir a una compañera de trabajo, de partido y también a una amiga. Abinader extendió sus condolencias a los padres de Nelsy, Nelson Cruz y Milagros Martínez, así como al expelotero Nelson Cruz y demás familiares, destacando el legado de Cruz como una mujer comprometida y trabajadora. Asistieron, además, los ministros de la Presidencia, José Ignacio Paliza, Administrativo de la Presidencia, Andrés Bautista, de Deportes, Kelvin Cruz, entre otros.
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