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Washington, 9 de abril (Yonhap) — Corea del Sur y Estados Unidos rubricaron, el año pasado, un nuevo plan de operaciones (OPLAN, según su acrónimo en inglés) en tiempos de guerra, para contrarrestar las crecientes amenazas militares norcoreanas, informó el miércoles (hora local) el general Xavier Brunson, comandante de las Fuerzas Armadas Estadounidenses en Corea del Sur (USFK).
Brunson hizo la declaración en una declaración escrita ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, en un momento en que Seúl y Washington han estado intensificando la cooperación en materia de seguridad para hacer frente al avance de las amenazas nucleares y de misiles balísticos de Corea del Norte.
“El año pasado, dimos un paso significativo en nuestra preparación para el combate, con la firma del nuevo plan de operaciones conjuntas”, escribió Brunson.
Brunson también lidera el Comando de Fuerzas Combinadas (CFC) de Corea del Sur y Estados Unidos y el Comando de las Naciones Unidas (UNC).
El comandante estadounidense aseveró que, en los últimos años, los planificadores de la alianza han trabajado con esmero para elaborar y desarrollar el plan, probando y validando constantemente sus conceptos al ejecutarlos durante los ejercicios combinados semestrales Freedom Shield y Ulchi Freedom Shield.
Se presume que el nuevo OPLAN, presuntamente denominado OPLAN 5022, ha reemplazado al OPLAN 5015. El OPLAN previo se centraba, primordialmente, en abordar los ataques convencionales de Corea del Norte, razón por la cual surgieron peticiones para que Corea del Sur y Estados Unidos incluyeran, en su plan de contingencia, el aspecto nuclear y otras dimensiones de las amenazas norcoreanas.
Brunson afirmó que, en respuesta a las armas de destrucción masiva (ADM), cada vez más sofisticadas, y las capacidades de misiles de Corea del Norte, el nuevo OPLAN prepara mejor al CFC frente a un conflicto armado.
Enfatizó que seguirán utilizando este plan, a la par que lo perfeccionan, llevando a cabo ejercicios y desarrollando ideas para operaciones, actividades e inversiones, a fin de respaldarlo.
Agregó que, a medida que continúen modelando y perfeccionando el programa de ejercicios de acuerdo con el nuevo OPLAN, buscarán oportunidades adicionales para mejorar la integración y la interoperabilidad.
En diciembre de 2021, los jefes de defensa de Seúl y Washington aprobaron la Guía de Planificación Estratégica (SPG), un documento base para sentar los cimientos de un OPLAN actualizado o nuevo, ya que se necesitaba un nuevo plan que reflejara los avances en los programas armamentísticos de Corea del Norte, incluidas sus armas nucleares refinadas, misiles hipersónicos y misiles balísticos de lanzamiento submarino (SLBM).
La SPG previa se basaba en la guía estratégica de 2010, que, según los observadores, estaba desactualizada, dado que no tenía en cuenta el desarrollo sustancial que Pyongyang ha logrado en su tenaz impulso para desarrollar nuevas armas, incluidos los misiles balísticos intercontinentales (ICBM).
En marzo de 2022, los generales de alto rango de los aliados firmaron la Directiva de Planificación Estratégica (SPD), un documento militar que ordenaba la actualización del OPCON, un procedimiento clave para agilizar el proceso de reescritura de los planes de contingencia.
Durante una audiencia del comité de la Cámara de Representantes, ese mismo día, Brunson puso de relieve la “ventaja posicional” de estacionar fuerzas estadounidenses en la península coreana, en medio de las persistentes dudas sobre si la Administración Trump consideraría una posible reestructuración o reducción de tropas de las USFK, para enfocarse más en las amenazas de China y menos en los desafíos norcoreanos.
Brunson declaró que, independientemente de las capacidades, las capacidades que residen actualmente dentro del Teatro de Operaciones de Corea (KTO), están “justo donde deben estar”.
En su declaración escrita, Brunson reafirmó que el compromiso inquebrantable de Washington con Seúl se mantiene firme, al tiempo que señaló que los programas de armas nucleares y biológicas de Corea del Norte, así como sus imponentes fuerzas de misiles balísticos y de crucero, representan “una amenaza” para el territorio continental de EE. UU., sus fuerzas en el Indopacífico y sus aliados.
Al destacar el creciente alineamiento militar entre Corea del Norte y Rusia, Brunson alertó que la mayor cooperación de Moscú permitirá avances en el programa de ADM de Pyongyang durante los próximos tres a cinco años.
El general también aseveró que su comando prevé que Corea del Norte se esfuerce por obtener la capacidad de vehículos de desplazamiento hipersónico y vehículos de reentrada con múltiples objetivos independientes (MIRV) el próximo año, unos sistemas avanzados que, según muchos, representarán un desafío significativo para los esfuerzos de defensa antimisiles de los aliados.
El comandante, quien catalogó el tratado de defensa mutua con Seúl como el “eje de la estabilidad regional”, resaltó que el tratado “no nombra específicamente a un adversario”, una mención que señaló su opinión de que la alianza puede asumir un papel regional más amplio, más allá de su enfoque anterior en las amenazas norcoreanas.
Hizo hincapié en que tal hecho es aún más relevante en el entorno estratégico actual y en esta región, donde la “colusión autoritaria” plantea amenazas crecientes y en constante evolución para los intereses tanto de EE. UU. como de Corea del Sur en la región.
Asimismo, Brunson hizo hincapié en el papel del UNC en la seguridad regional.
Sobre el tema, declaró que uno de los aspectos que están considerando actualmente es la capacidad de seguir colaborando con otros, como las 18 naciones que integran el UNC, para continuar forjando alianzas que fortalecerán no solo las capacidades estadounidenses en la región, sino que también serán un indicador de su determinación en la zona.
El UNC, establecido bajo un mandato de la ONU para restablecer la paz tras el estallido de la Guerra de Corea de 1950-53, sirve ahora como una organización clave para el cumplimiento del Acuerdo de Armisticio que puso fin a los combates en el conflicto bélico. Seúl y Washington han acordado aumentar su membresía para la seguridad regional.
El comandante expuso las perspectivas del papel de Corea del Sur en las labores de mantenimiento, reparación y operaciones (MRO) del Ejército estadounidense.
A este respecto, expuso que Corea del Sur invierte fuertemente en la adquisición de tecnologías de defensa estadounidenses, lo que permite la interoperabilidad multidominio en un entorno de seguridad dinámico, y aseveró que, como resultado, Corea del Sur está familiarizada con un número cada vez mayor de plataformas estadounidenses importantes, lo que permite la posibilidad de realizar labores de MRO.
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